Criquielion en el piso mientras Fondriest no lo puede creer |
Quizás haya gente que no se crea que un ciclista profesional pueda “vender sus servicios” a cambio de plata o por unos intereses comerciales. Y mucho menos cuando lleva puesta la camiseta de su selección nacional. Error. Toda la historia del ciclismo profesional, desde la antigua hasta la más reciente, está plagada de actos mercenarios, compra-venta de carreras y etapas, pago y cobro de favores, traiciones, venganzas, engaños, trampas y chanchullos de lo más variado. Los casos se podrían contar por miles, sin exagerar. Por individualidades o por parte de equipos enteros. En las mejores carreras del mundo y también aquí, en Colombia. Poner ejemplos alcanzaría hasta para escribir un libro. Pero que ocurran estas cosas no nos debe extrañar lo más mínimo. Han ocurrido siempre. Son parte del ciclismo profesional. Ha habido casos en los cuales daba hasta vergüenza ajena presenciarlos en directo por TV. Vamos a relatar algunos de los más conocidos ocurridos en la historia de los Campeonatos del Mundo de ciclismo en ruta:
Ronse 1963
El amargo y tenso pódium de Ronse 1963 |
En carrera
todo iba perfecto y según lo previsto en el guión para los belgas. Hasta que en
el embalaje final apareció de la nada un muchacho desconocido llamado Benoni
Beheyt, que estuvo escondido y reservando fuerzas toda la carrera, sin trabajar
ni un momento para su selección... y al final decidió buscar su momento de
gloria... ¡sprintando a su propio jefe de filas! Cuando Van Looy vio que su
“compañero” de selección estaba remontándolo tuvo que recurrir a cerrarle el
paso y sujetarlo del sillín. Pero Beheyt lo apartó para no irse al suelo y le
ganó en la misma línea de meta.
Van Looy
reclamó a los jueces para que descalificasen a su compañero. Y por poco pierde
él mismo la medalla de plata por su juego sucio. En la foto de pódium se ve que
Beheyt no quiere ni levantar la mirada del suelo; con Van Looy con cara de
querer estrangularlo con sus propias manos allí mismo. Y el público, que en vez
de estar contentos con el 1-2 belga, parece estar pensando en elegir de donde
van a colgar al traidor.
Podría pensarse que ganarse el derecho a portar la camiseta arco-iris bien vale una traición. Pero no siempre es así. Beheyt ganó aquel Mundial pero arruinó su carrera como ciclista. Se convirtió en una especie de apestado al que nadie quería en su equipo. La carrera del campeón del mundo fue muy corta porque Van Looy movió todos los hilos que pudo para sacarlo del ciclismo; consiguiéndolo.
Podría pensarse que ganarse el derecho a portar la camiseta arco-iris bien vale una traición. Pero no siempre es así. Beheyt ganó aquel Mundial pero arruinó su carrera como ciclista. Se convirtió en una especie de apestado al que nadie quería en su equipo. La carrera del campeón del mundo fue muy corta porque Van Looy movió todos los hilos que pudo para sacarlo del ciclismo; consiguiéndolo.
Ronse 1988
De rozar la gloria a la decepción de quedarse con las manos vacias |
El rubio canadiense, el peor embalador de los tres, lanzó el sprint a
200 metros de la meta. Cuando Criquielion comenzó a remontarlo Bauer lo cerró contra las vallas y lo empujó con el codo, provocando la caída del bueno de “Crique”. Y un
jovencísimo Fondriest cruzó la línea de meta que no se lo creía, al encontrarse
de aquella manera con el regalo de su vida.
Los
de Ronse 1963 y 1988 podrían considerarse dos “Maracanazos ciclísticos”. La
imágen de Criquielion cruzando la meta caminando, con la bici rota en la mano, es un ícono del ciclismo moderno. Está claro que si Bauer no lo cierra contra
las vallas, Criquielion iba a enfundarse su 2º arco iris; lo que llevaría al
belga a pasar a ser una leyenda del ciclismo. Por supuesto, el canadiense fue
descalificado por su acción. Y tras el escándalo, Bauer, que hasta entonces
vivía en Bélgica durante la temporada, tuvo que trasladar su residencia fuera
de ese país. Criquielion lo demandó penalmente por asalto criminal; pidiendo 1.5 millones de
dólares en daños y perjuicios, en un caso que duró más de cinco años. Los distintos tribunales fallaron siempre a favor de Bauer, desestimando
el asunto al considerarlo como un lance del deporte.
Valkenburg 1979
Raas, la bici de Battaglin, Bernaudeau y Thurau |
Nueve años antes, en el Mundial de Valkenburg, se dio un caso parecido. En el sprint final lanzado entre Dietrich Thurau, Jan Raas, Giovanni Battaglin y Jean-René Bernaudeau, cuando Thurau vio que Raas lo remontaba por la derecha dio un bandazo violento para tratar de cerrarlo. Todos tuvieron que moverse bruscamente a derecha para evitar caerse, con tan mala suerte que la rueda delantera de Battaglin fue barrida por el movimiento de Raas, tumbando al italiano. Al final ganó fácil el legendario embalador neerlandés. Pero a diferencia de lo que ocurriría años después con Bauer, Thurau no fue descalificado por su muy evidente acción anti-reglamentaría de cambiar la trayectoria durante el embalaje.
Barcelona 1973
El cuarteto de lujo que se jugó la victoria |
Tullio
Campagnolo, creador y propietario de la legendaria empresa de componentes de
bicicletas de su mismo nombre, había pedido a Merckx, a cambio de una jugosa
bonificación económica, que hiciera lo posible para que no ganara un corredor
que no montara Campagnolo (todo por la publicidad). Merckx puteó a su
compatriota Maertens durante la prueba para que este no ganara. Y así ocurrió
finalmente. Gimondi no se podía ni creer que había vencido en meta a dos
súper-sprinters como Merckx y Maertens (este último uno de los mejores
embaladores de la historia), la selección de Bélgica solo consiguió una medalla
de plata en ese Mundial y los dos belgas dejaron de hablarse durante más de 30
años.
Goodwood 1982
Saronni sacó una distancia sideral en el sprint |
Tras varias escaramuzas bien controladas por la selección italiana en la vueltas finales del circuito mundialista, cuando se llegó al último kilómetro, el estadounidense Jonathan Boyer, con quien nadie contaba, atacó sorprendentemente y cogió unos metros importantes que podrían darle opciones de ganar el Campeonato del Mundo. Pero en el repecho que llevaba a meta se ve tirar endemoniadamente del grupo perseguidor... ¡a su compatriota Greg Lemond! La aceleración del individualista Lemond neutralizó el ataque de Boyer, poniendo en bandeja la victoria al italiano Beppe Saronni, quien acto seguido lanzó un terrible latigazo, pocas veces visto en la historia del ciclismo, que le valió para llegar muy destacado a meta y ganar el oro mundialista.
Tras
pasar la línea de meta, un Boyer casi al borde del llanto sentía que Lemond le
había traicionado, porque nunca debería haber sido un compañero de equipo el
que cerrara el hueco después de su ataque en la subida final.
Lisboa 2001
1-2 del Mapei en Lisboa |
¿Por
qué lo hizo, en un caso que provocó un bochorno mayúsculo en el aficionado
ciclista? Porque Giorgio Squinzi, patrón del Mapei, dio la orden antes de
carrera a sus corredores, no importaba de que selección, que hicieran todo lo
posible para que ganara uno de su equipo. Todo por la rentabilidad publicitaria que da el maillot arco-iris. Cuando
Simoni cogió demasiada ventaja, Paolo Bettini, jefe de filas de la selección
italiana e integrante del equipo Mapei, decidió
que si no ganaba el no ganaba ningún italiano y le recordó la orden del patrón
a Lanfranchi (también corredor del Mapei). Y efectivamente, los 2 primeros en meta, Freire y Bettini,
pertenecían al equipo Mapei. Aunque el vencedor no fue italiano. Eso poco le importaba a Squinzi.
Florencia 2013
Sonrisas y lágrimas, la cara y la cruz del ciclismo |
Lo
que es seguro es que lo vivido en los kilómetros finales de este campeonato es
el típico caso de dos ciclistas que van a su aire y
no
trabajan más que defendiendo sus propios intereses personales. Purito Rodríguez
vs. Alejandro Valverde. Dos egoísmos
en busca del arco-iris. Cuando en el grupo de cuatro que se iban a jugar las
medallas los españoles tenían superioridad numérica y a la vez al mejor
embalador la única táctica que vale es controlar a los otros dos componentes de
la fuga para llegar juntos a meta. Pero Purito insistió una y otra vez en jugar
sus bazas personales, sin querer trabajar para asegurar el oro de Valverde; el metal
más preciado, el único que vale cuando la situación es tan favorable a los
intereses nacionales. Y la jugada le salió excelente al catalán, porque iba a
ganar la carrera con toda seguridad. Pero al final ocurrió lo inesperado. Tras
la sangrante cagada de “su propio compañero” sin salir a neutralizar el cambio de ritmo (que no
fue ni ataque) de Rui Costa y quedándose a rueda de Nibali, los dos españoles
se quedaron con la plata y el bronce, que seguro les supo a nada. Tras pasar la línea de meta pudimos
escuchar a Purito y Valverde discutiendo amargamente y al seleccionador español
criticando ante la prensa la inoperancia del murciano. En el
pódium la imagen de felicidad de Rui Costa contrastaba con
la amargura de un Purito que no podía contener las lágrimas y la cara de circunstancias de Valverde, como
si la cosa no fuera con él.
Gustavo, Asier, cordial saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tan excelente artículo; cualquier ídolo, por más grande que seá no esta exento de alguna sombra; lo acontecido con Merckx y Maertens en Barcelona fue bochornoso... aunque en tiempo reciente Shimano ha podido vengar poco a poco esa afrenta venciendo a Campagnolo con maoyr frecuencia.
Como dato adicional, lo que paso en Renaix (en francés, Ronse en flamenco) en 1963 tuvo como telón de fondo un ajuste de cuentas de algunos de los gregarios de la selección de Bélgica, con los cuales Van Looy se había hecho el de las gafas con los premios, además de unos aires de Diva que eran insoportables; ellos dejaron que Beheyt trabajara lo menos posible y en el sprint final lanzaron antes de tiempo a Van Looy, con lo cual quedaba sin posibilidades ante el oportuno sprint de Beheyt.
Respecto a Florencia, fue terrible; en los mundiales siempre se ha visto la tendencia en Valverde que si no es él quien tiene las opciones de ganar los demás no deben ganar; en el tramo final se quedó prácticamente parado al ver como Rui-Costa se iba por Purito, con el desenlace por todos conocido. Como dijo en su momento el director de la selección, Javier Minguez "Valverde estropeó su oro y el de Purito".
Que buen artículo, felicitaciones!
ResponderEliminarExcelente trabajo
ResponderEliminarExcelente resumen de las mejores polémicas mundialísticas. Mis felicitaciones desde España.
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