*Ampliación
del artículo del columnista Gustavo Duncan publicado en el diario El Tiempo el
jueves 10 de septiembre de 2015.
El director del ente patrocinador y el dueño del Team Colombia |
Un barco a
la deriva
Cuando en 2012
se creó el equipo Team Colombia el objetivo principal inicial era que un equipo
íntegramente colombiano regresara a las grandes carreras en Europa. En 4 años
se han corrido dos Giros de Italia y una Vuelta a España, sin triunfos. Las
mejores figuraciones son tres 2º puestos de Fabio Duarte (20ª etapa del Giro
2013 y etapas 15ª y 18ª del Giro 2014) y un 2º puesto de Rodolfo Torres (16ª
etapa de la Vuelta 2015).
Desde 2014 el
equipo cambió de la noche a la mañana su objetivo. Ahora ya no es tener un
equipo protagonista y ganador, con miras a subir al World Tour (WT) en dos
o tres años. La misión ahora es convertirse en un equipo promotor de
corredores; formar figuras para que suban al WT. Lo extraño es que sus
contrataciones incluyen muchos corredores experimentados o en el final de sus
carreras. Si miramos la edad de los corredores 12 de 19 ciclistas tienen 26
años o más. A todas luces no es un equipo que promocione ciclistas.
Estas son
todas las victorias logradas por el Team Colombia hasta ahora:
2012: 6 triunfos
- 4ª etapa
Giro del Trentino (Darwin Atapuma)
- prólogo
Vuelta a Colombia (Fabio Duarte)
- 5ª etapa
Vuelta a Colombia (Juan Pablo Forero)
- 5ª etapa
Vuelta a Burgos (Esteban Chaves)
- GP Cittá de
Camaiore (Esteban Chaves)
- Coppa
Sabatini (Fabio Duarte)
2013: 3 triunfos
- 6ª etapa
Vuelta a Polonia (Darwin Atapuma) *prueba
WT
- 1ª Etapa
Tour de l’Ain (Leonardo Duque)
- GP Bruno
Beghelli (Leonardo Duque)
2014: 3 triunfos
- 1ª etapa
Tour de Langkawi (Dúber Quintero)
- Campeonato
Nacional de Ruta (Miguel Ángel Rubiano)
- 2ª etapa
Vuelta a Colombia (Jeffrey Romero)
2015: 0 triunfos
Como podemos
ver los resultados son cada año peores, tanto en cantidad como en la calidad de
las victorias. Debemos aclarar a los profanos que premios como la
regularidad, montaña, mejor joven, clasificación por equipos, combatividad,
elegancia, etc. en el ciclismo no se consideran victorias. Como su nombre
indica, son eso: premios. Como victorias solo cuentan cuando se pasa de 1º la
línea de meta o cuando se gana la clasificación general de las carreras por
etapas. Lo más llamativo de estos malos resultados es que a Corti este hecho no parece preocuparlo. La culpa no es de los ciclistas, como seguramente argumentarán
los defensores de Corti; sino del staff
técnico, la dirección deportiva del T-Colombia. Materia prima abunda aquí. La
prueba son los Nairos y Rigos, que bien manejados rinden al
máximo nivel. La culpa es exclusiva de un manejo mezquino e incompetente.
En este equipo
se nota a distancia la improvisación a la hora de planificar la temporada y las
carreras. Si nos ponemos a mirar con detenimiento los calendarios de competencias que le restaban al T-Colombia en las distintas fases de este
temporada podíamos comprobar asombrados que no sabían que pruebas iban a
disputar más allá de 4 meses. Y más de la mitad de las carreras se
encontraban... ¡en espera de invitación! En el ciclismo ultra-sofisticado al
milímetro de hoy día, si se la pasan esperando las invitaciones, sin saber qué
van a correr, es imposible realizar una planificación adecuada de la temporada
y lograr una preparación física y sicológica óptima de los ciclistas de cara a
llegar en una forma idónea a las carreras, con sus picos de forma, etc. Con ese
calendario solo se puede de dos maneras: improvisando o a las malas. Así salen
luego las temporadas, que si se consigue algo es por esporádicos ramalazos de
calidad individual. Sumado a esto no hay una planificación de los
entrenamientos. Las órdenes de los preparadores físicos se resumen en un: “salgan a hacer kilómetros y traten de bajar
peso”.
A veces da una
imagen de equipo poco serio, casi amateur. Como cuando corrieron el Giro del Trentino 2014 con 6 corredores, en vez de enviar los 8 a los que tenían
derecho. Entre las decisiones desacertadas está que el calendario de carreras
se arma con base en el calendario italiano, lleno de clásicas de un día, que no
se ajustan al perfil de los corredores del equipo. Muchas veces se seleccionan
escaladores para carreras planas donde no tienen ningún chance de hacer nada
destacable y se llevan pasistas para carreras con montaña. No llegan a ninguna
prueba con la intención de ganarla. Porque la estrategia siempre es meterse en
la fuga, sea la carrera que sea, a veces con el corredor menos indicado, solo
para “mostrar maillot” y hacerle publicidad a la marca de bicicletas que
surte al T-Colombia.
De esta manera los ciclistas poco a poco van cayendo en el conformismo y la
impotencia.
Luego está el aburridor tema de todos los años con los retrasos en los pagos de las nóminas a
los muchachos. Por estos y otros motivos muchos corredores no se sienten
valorados y pierden la motivación. Varios, como el actual Campeón Nacional de
Ruta Robinson Chalapud, ya mostraron su malestar en público en el pasado. Otros
no se atreven aún a dar la cara y lo hacen en privado. Pero casi todos buscan
su salida cuanto antes de este equipo. Algunos hasta prefieren regresar a
Colombia para fichar por equipos nacionales, cobrando menos dinero, que
quedarse en el Team. Solo unos pocos como Atapuma, Chaves o Pantano lograron
encontrar acomodo en equipos WT.
Se observa también
que hay un manejo tacaño de los recursos económicos. Corti no quiere gastar
mucho. Es un director de la vieja escuela que no cree en los modernos métodos científicos
para preparar a los ciclistas. Totalmente necesario en el tecnificado ciclismo
actual. Demoró un año en utilizar potenciómetros, una herramienta elemental
para mejoras el desempeño de cualquier corredor en la actualidad. Cuando los
adquirió se hizo con iBike, una de las marcas más baratas del mercado y con unos errores de medición tan altos que
lo hacen ineficaz para extraer datos de potencia confiables en los
entrenamientos y en competencia.
Entrenando y mamando frío en pleno invierno europeo |
Igual hace con
los tiquetes aéreos. Para ahorrar en viajes, mantiene en Italia a los
ciclistas, quienes tienen que pagar de su propio bolsillo el arriendo. Lo malo
es que allí, luego de un tiempo, pierden toda la ventaja de entrenar en altura,
como dictan los modernos métodos de entrenamiento ciclista. Equipos como Sky,
Astana, Tinkoff y Movistar gastan durante toda la temporada enormes sumas de
dinero llevando a sus ciclistas a largas sesiones de entrenamientos en altitud
en el Teide (Islas Canarias) y en la Sierra Nevada (Granada). Corti, pudiendo
tener a sus corredores realizando entrenamientos económicos en altura, hace
todo lo contrario: trae los ciclistas a una casa en Italia a que entrenen en
altitudes mucho menores que las de su lugar de residencia en Colombia. Son
obligados a viajar en enero y febrero, en pleno invierno europeo, al norte de
Italia. Con los fríos bajo cero de esa época les es imposible poder
realizar entrenamientos en condiciones. Quizás semanas enteras sin poder salir del apartamento. Y como es lógico no pueden rendir, pues comienzan la temporada
sin la adecuada forma física y sicológica. ¿Qué motiva a Corti a exigir a sus
ciclistas a que gasten arriendo de su dinero para entrenar en unas condiciones
a todas luces desventajosas? Y si los muchachos del Team le piden poder
regresar a Colombia, a entrenar en altura y con el buen clima de nuestro país,
Corti les dice que deben pagarse ellos mismos los pasajes de avión.
En lo que sí
no ahorró fue en contratar a su hijo Marco Corti, como ciclista profesional
primero, y ahora como asistente. Estos no son los únicos exabruptos de Corti. Al
boyacense Oliverio Rincón, único miembro colombiano del staff técnico y “en teoría” director deportivo, lo tienen de “chico
de los mandados”, manejando carro de un lado a otro, llevando y trayendo
personas y materiales.
Aunque quizá
lo más indignante sea un video del Diario As en el que muestran a los ciclistas
recibiendo instrucciones antes de una etapa de la recién finalizada Vuelta a
España. Es muy evidente que no hay un estudio del recorrido, ni de los rivales,
ni de nada. Tan solo un “trátense de escapar” y un “ah, no se olviden de
proteger a su líder”. La charla “técnica” del director, el italiano Valerio
Tebaldi, respecto a la estrategia a llevar en carrera es de una total desidia.
Tan lamentable que la puede dar cualquier aficionado al ciclismo. Las caras
desmoralizadas de los ciclistas durante la charla lo dicen todo. Hasta lo
comenta uno de ellos, cuando le dice al director, con toda razón, que para qué
gastar fuerzas en intentos de escapada inútiles, si se sabe que el lote los va
a tener bajo control en todo momento. A la salida del bus a los muchachos se
les nota totalmente desmotivados.
Lastimosamente
el 'T-Colombia está en pésimas manos desde que empezó el proyecto. Corti es un
director deportivo “del siglo pasado”; con todo lo que esto significa. El
malogrado Laurent Fignon comentaba en su libro autobiográfico como fue el mismo Corti quien trato de introducirlo en el consumo de EPO cuando el parisino entró
a formar parte del equipo Gatorade-Chateau D’Ax en 1992.
Pero más que
este detalle de director de la vieja escuela ciclística, la falla estructural
radica en que, además de ser muy mal gerente deportivo, a Corti sólo le
interesa ganar plata. El día en que se le acabe el patrocinio de Coldeportes
habrá ganado suficiente y emprenderá otro proyecto. En este sentido ya tiene
experiencia previa en enterrar equipos; con un pasado terrible con un proyecto
similar sudafricano. En 2006, siendo director deportivo del Barloworld, tumbó a la dirección del equipo, cuya
estructura era inglesa, y se quedó como manager,
con todo el equipo y con el patrocinio. Por allí andaban con él unos cuantos
italianos, como Valerio Tebaldi, que ahora es el principal director deportivo del
T-Colombia.
Este equipo
quebró en el Tour de Francia 2008, cuando en la 10ª etapa saltó el escándalo
del positivo por EPO del español Moisés Dueñas (clasificado en el top-10 de la
general). La Gendarmería francesa lo llevó detenido a comisaría cuando
registraron su habitación de hotel y encontraron varios productos dopantes. “Casualmente”
al día siguiente de la detención varios corredores del Barloworld se retiraron
de la carrera en extrañas circunstancias; como el compañero de habitación de
Dueñas en aquel Tour, el colombiano Félix “El Gato” Cárdenas. Al paso que va es
posible que Corti termine por incluir en “su palmarés” la defunción de otro
equipo más.
Corti no es
más que un embaucador que en este momento vive de engañar a los colombianos con
la inestimable complicidad y colaboración de Héctor Urrego y otros periodistas
deportivos afines como Lisandro Rengifo o Aicardo Torres. Como cuando el año pasado afirmó sin ninguna
pena ante la gente de Coldeportes que para este año 2015 el equipo tenía
posibilidades de ser invitado al Tour de Francia. Con esa burda mentira
"convenció" a Andrés Botero y garantizó otro año más de patrocinio. Simplemente pidió plata sin comprometerse
con resultados concretos.
Cuando llega a
Colombia todos los años a pedir a Coldeportes un aumento del presupuesto para
su equipo todo son sonrisas y parabienes. Aquí no tiene más que halagos para
sus corredores. Pero en Europa se atreve a “sacar los trapos al sol” y
criticarlos con crudeza, tachándolos de poco profesionales y ventilando aspectos privados de sus vidas, como bien se puede leer en la entrevista que concedió al diario francés L’Equipe durante el trascurso del pasado Tour de
Francia. Ojalá la leyeran en la Federación para que sepan “que tan bien”
promociona este señor en el exterior la imagen de Colombia y el ciclismo
colombiano.
Pero ni así
los directivos de Coldeportes se dan por enterados. Uno de ellos, invitado con
todo pago al Giro 2014 por el T-Colombia, les dijo a dos fuentes: “Qué tan profesional es Corti. Todas las
mañanas están listas las bicicletas, todas limpiecitas, con su bolsa de comida
para la etapa”. Sin palabras.
El lorito del capitán
¿Quién pagó los pasajes y la estadía de Urrego en el Giro 2014? |
Ahora, que un
directivo sin mucha idea del ciclismo diga eso, vaya y venga. Pero que Héctor
Urrego, el periodista ciclístico con más experiencia del país, pida que a Corti
le incrementen el presupuesto en al menos €2 millones adicionales para que el T-Colombia
suba a la categoría World Tour no tiene explicación. O no sabe nada de
ciclismo, o por alguna razón o posible interés oculto “no le interesa saber”.
Porque los
rumores en el entorno ciclístico nacional insisten una y otra vez en que Urrego
cobra importantes sumas de dinero del T-Colombia. No sabemos si de la mano de
Claudio Corti o directamente de Coldeportes. Hablamos de cantidades
desorbitadas, cercana a los 200 millones de pesos anuales. Sabemos de personas
que tuvieron en sus manos, escrito negro
sobre blanco, el contrato original para la temporada inicial (2012). Y
pudieron leer con sus asombrados ojos: ¡$196 millones para Héctor Urrego
Caballero! ¿En concepto de qué?
Si este hecho llegara a confirmarse tampoco
debería extrañar a nadie. Cuando el ciclista Juan Pablo Villegas dijo en una entrevista a Klaus Bellón que “desde hace
años, ese ha sido el juego en Colombia. Cuando hay un equipo que tiene buen
soporte financiero, algún medio de comunicación pide que les paguen a ellos por
servicios de comunicación y publicidad. Imagine que yo tengo un equipo grande y
que su página web es la grande del país en el tema del ciclismo y también tiene
una estación de radio (llamémosle Klaus FM), que es también la voz más grande en el ciclismo en la radio. Yo le
pago 100 millones de pesos para que me promueva mi marca y mi equipo en su
página y su emisora. La cifra exacta no la sé, pero digamos 100 millones.
Entonces usted se hace el de la oreja mocha sobre las fallas de ese equipo, y
deja a los demás equipos sin cobertura, no los nombra en sus notas, no les hace
seguimiento. Es así de simple. Hay conflicto de intereses, y los equipos que no
pagan sufren el que no se hable de ellos”. Cuando Villegas dijo esto todos
en el mundo del ciclismo nacional saben a quién se estaba refiriendo. Al parecer,
para Urrego “el que no paga no se nombra”; luego “no existe”.
Que Urrego
estuviera efectivamente “en la nómina” del T-Colombia podría darnos una
explicación lógica a su nula objetividad. Los ejemplos de su arbitrariedad cuando
informa de Corti y su equipo son muchos. Para ocultar la mediocre gestión, la pésima planificación y los
pobres resultados deportivos Urrego se encarga a toda hora de realizar un intenso e incesante lobby a favor del equipo de Corti. Lavando la cara y echando incesantemente flores al staff técnico.
Engañando sin cesar a la opinión pública y haciéndole creer al seguidor
colombiano que dentro del T-Colombia se hacen bien las cosas y se logran
resultados satisfactorios.
Siempre
alabando, hasta llegar a la lisonja, toda clase de premiación secundaria que
consiga el T-Colombia, como los Premios de la Montaña de cualquier carrera por
etapas de 2º o 3º nivel o la farsa de los Premios a la Combatividad de la recién
finalizada Vuelta a España. Para este tendencioso
“periodista deportivo especializado en ciclismo” cuando algún ciclista del T-Colombia
entra en la fuga del día es una “espectacular actuación”, cuando alguno aparece
un momento en las pantallas de TV para él (y solo para él) significa que el
equipo tiene “gran protagonismo en la carrera”, cuando algún corredor llega en
alguna carrera o etapa de 6º o 10º o con el tiempo del ganador siempre es un
“excelente resultado”, cuando solo uno o dos corredores finalizan las pruebas
(casi siempre lejos de los puestos donde se definen las carreras; como en el GP
Lanciano 2014 donde solo acabaron 2 corredores, de 30º y 40º) es una
“maravillosa presentación”. ¿Y este señor es supuestamente “el periodista que
más sabe de ciclismo en Colombia”? ¡Hágame el favor!
Con la misma facilidad que tiene para lambonear al Team puede, por poner solo un ejemplo, realizar criticas con una ferocidad despiadada por un 7° puesto en la clasificación general final del Tour de l'Avenir. Por supuesto, está en todo su derecho de hacerlo. Pero lo desacredita como periodista imparcial y ecuánime. Tampoco le importa mentir sin pudor, escondido detrás del cuento de ser “la Biblia del ciclismo americano”. Como cuando presenta como formados en el T-Colombia a ciclistas como Chaves, Pantano o Atapuma. Ocultando que todos pasaron por el Colombia es Pasión (estructura donde lograron sus mejores victorias) y que sus resultados en el equipo de Corti, salvo un par de victorias aisladas, fueron decepcionantes.
Con la misma facilidad que tiene para lambonear al Team puede, por poner solo un ejemplo, realizar criticas con una ferocidad despiadada por un 7° puesto en la clasificación general final del Tour de l'Avenir. Por supuesto, está en todo su derecho de hacerlo. Pero lo desacredita como periodista imparcial y ecuánime. Tampoco le importa mentir sin pudor, escondido detrás del cuento de ser “la Biblia del ciclismo americano”. Como cuando presenta como formados en el T-Colombia a ciclistas como Chaves, Pantano o Atapuma. Ocultando que todos pasaron por el Colombia es Pasión (estructura donde lograron sus mejores victorias) y que sus resultados en el equipo de Corti, salvo un par de victorias aisladas, fueron decepcionantes.
Inculcando de esta manera tan repetitiva en las mentes de la opinión pública ciclística colombiana la falsa imagen de que el T-Colombia es un éxito y que todo lo que hacen está perfecto. No solo en la multitud que lo lee o escucha; sino también, y esto es lo más grave, en las personas que pueden tomar alguna decisión respecto a la continuidad del equipo. Como el director de Coldeportes, el Sr. Andrés Botero; al que Urrego últimamente pide con una insistencia obsesiva que se dé prisa en concederle más plata al T-Colombia; para que en 2016 pueda subir a World Tour, la máxima categoría del ciclismo profesional en ruta.
¿Cómo va a
hacer Corti para ser WT, cuando el importante factor de los Puntos-UCI brilla
por su ausencia en el T-Colombia? ¿Qué ciclistas punteros colombianos ficharía
para el T-Colombia? ¿Querrían esos ciclistas (por mucha plata que les paguen)
ir al equipo sin dirección ni planificación de Corti, un señor que con sus
métodos desfasados se quedó anclado en el siglo pasado? ¿Para qué? ¿Para retroceder
en sus prestaciones, perder sus mejores años como profesionales y rebajar su
cotización en el mercado?
Lo que Urrego debería
hacer es explicar en público cuáles son sus intereses reales en el incesante lobby que realiza a favor del T-Colombia.
Porque con sus constantes halagos a los mediocres resultados deportivos (fruto,
insistimos, de la pésima dirección de los corredores) y su defensa a ultranza
de la evidente mala gestión del equipo pareciera ser el jefe de prensa oficioso
del T-Colombia. Lo que da visos de verosimilitud a los constantes rumores sobre
los dineros que recibe de Corti.
Este barco necesita con urgencia cambiar
de capitán para enderezar el rumbo
Valerio Tebaldi dando las últimas instrucciones antes de la etapa |
Gracias a Héctor
Urrego sabemos ya con toda seguridad que este equipo no es colombiano; sino que
es propiedad privada de Claudio Corti y su corte de italianos. Si tras escuchar
a Urrego en el audio del enlace no les quedó claro vamos a explicarlo: El T-Colombia
es tan colombiano (en el sentido de “nos pertenece a todos los colombianos”)
como lo puede ser Bancolombia, la cerveza Club Colombia, la gaseosa Colombiana
o los productos Colombina. Solo tiene el nombre de nuestro país. La diferencia
entre “el equipo se paga con el erario público” y “el equipo tiene un
patrocinador que aporta dinero del erario público” es crucial. Porque pone a
Coldeportes (y al país) en su papel real dentro del equipo: es un mero
patrocinador. Sí, es el patrocinador principal. Por esta razón tiene derecho a
definir el nombre del equipo. Pero es solo un patrocinador. Como lo son la
marca de bicicletas Willier (cuya publicidad ocupa todo un lado lateral del maillot y del culotte) o los sillines Fizik. Coldeportes puede hacer auditoría
sobre los €3 millones que entrega al equipo de Corti. Pero no es el dueño ni el
administrador. Este es el gran logro de Corti y Urrego: manipular la realidad
para hacernos creer a los colombianos que el T-Colombia es “nuestro equipo”.
El T-Colombia
es ahora mismo un barco sin rumbo fijo. En el inicio, cuando se creó el
proyecto del T-Colombia (con Jairo Clopatofsky en la dirección de Coldeportes) la
idea era que Corti, como manager, se encargara del lobby ante los organizadores para conseguir las invitaciones a las
grandes carreras. Y que el equipo técnico fuera netamente colombiano, con
directores deportivos, preparadores físicos y el resto del staff (masajistas, mecánicos, asistentes, etc.) nacionales. Para
que pudieran aprender y crecer profesionalmente de toda la experiencia de estar
en un equipo que compitiera en las mejores carreras mundiales. Con los
ciclistas entrenando en altitud en Colombia y yendo a Europa solo a competir;
como lo hacen Nairo, Rigo y el resto
de nuestros corredores World Tour.
Pero esa idea
original se fue al traste nada más comenzar la andadura del T-Colombia, cuando el
nuevo director de Coldeportes, Andrés Botero, hizo entrega de todos los
recursos económicos a la estructura deportiva que ya tenía montada Corti en
Italia. Y el italiano cambio de la noche a la mañana toda la hoja de ruta
trazada. Nada más comenzar la andadura del Team el equipo ya perdió el norte.
Ahora mismo es
un proyecto mal administrado, que ha tenido en sus manos mucho talento
ciclístico, pero pésimamente llevado. Corti no es la persona adecuada para
manejar el T-Colombia. Para que se recupere la senda perdida lo que debería
hacer Coldeportes es dejar de perder esa plata con Corti y buscar una
estructura nueva donde invertir todo ese capital. Cuanto antes lo hagan mejor
para el ciclismo colombiano. La solución ideal sería entregársela a un staff técnico netamente nacional. En
Colombia tenemos gente joven muy preparada, directores deportivos y
preparadores físicos competentes, honestos, con ilusiones, sin mentalidad
cortoplacista, con la clara idea del rechazo al atajo del dopaje... que de
seguro conseguirían mejores resultados deportivos que los logrados por culpa
del improvisado manejo de los técnicos italianos. Un equipo renovado en el que
todo el dinero que recibieran de Coldeportes (impuestos de los colombianos) se
utilizara única y exclusivamente para organizar y manejar un equipo moderno,
eficiente y que despierte ilusión entre los aficionados. Con todas las cuentas
de gastos hechas públicas para que unos vivos no se la roben o despilfarren.
Con esto toda la cantidad y calidad ciclista que atesora Colombia saldría a la
luz internacional sin demasiada dificultad.
Ojala en 2016
Coldeportes le entregue el equipo a un proyecto verdaderamente colombiano. Pero
quienes manejan nuestro ciclismo parecen no estar interesados en hacerlo. ¿Hasta
cuándo tendremos que aguantarnos el manejo deprimente de este equipo
ciclista que se dice representa al país y que se mantiene con dineros públicos?
------------------------
EDICIÓN (15-10-2015): Al poco tiempo de publicar este artículo ampliado salió a la luz que el Team Colombia no va más para 2016. Al parecer, con el "empujón" del artículo publicado en El Tiempo se comenzó a perder el miedo a hablar del tema del pésimo manejo del equipo durante estos 4 años. Y como un efecto de bola de nieve, más gente de los medios de comunicación deportivos y muchos aficionados al ciclismo se nos unieron en levantar la voz y romper el silencio; con denuncias más graves de lo que imaginabamos de la realidad interna del Team. De esta manera se consiguió superar la masa crítica necesaria para que Corti y sus aduladores dejaran de malversar los dineros públicos que recibían del Comité Olímpico Colombiano. Ahora lo ideal sería que Coldeportes sacara un nuevo equipo ciclista íntegramente colombiano; pero eso no va a suceder a corto plazo. Por lo que solo deseamos que los corredores del equipo reciban íntegros los salarios que se les adeudan y que absolutamente todos, incluido el D.T. Oliverio Rincón, encuentren acomodo cuanto antes en diferentes equipos ciclistas para el 2016.
------------------------
EDICIÓN (15-10-2015): Al poco tiempo de publicar este artículo ampliado salió a la luz que el Team Colombia no va más para 2016. Al parecer, con el "empujón" del artículo publicado en El Tiempo se comenzó a perder el miedo a hablar del tema del pésimo manejo del equipo durante estos 4 años. Y como un efecto de bola de nieve, más gente de los medios de comunicación deportivos y muchos aficionados al ciclismo se nos unieron en levantar la voz y romper el silencio; con denuncias más graves de lo que imaginabamos de la realidad interna del Team. De esta manera se consiguió superar la masa crítica necesaria para que Corti y sus aduladores dejaran de malversar los dineros públicos que recibían del Comité Olímpico Colombiano. Ahora lo ideal sería que Coldeportes sacara un nuevo equipo ciclista íntegramente colombiano; pero eso no va a suceder a corto plazo. Por lo que solo deseamos que los corredores del equipo reciban íntegros los salarios que se les adeudan y que absolutamente todos, incluido el D.T. Oliverio Rincón, encuentren acomodo cuanto antes en diferentes equipos ciclistas para el 2016.
Perdido y podrido desde el dia q nacio... El implacable juez del tiempo mostro la realidad. Entenderan por que no acepte a Clopatosky dirigir esta patanada.
ResponderEliminarque buen articulo, no solo defiende lo deportivo sino sino lo fiscal, son argumentos muy serios los que se exponen y soluciones coherentes, por fin alguien que trate el tema desde la óptica objetiva, la verdad cuando comenzó este proyecto los aficionados nos ilusionamos mucho, pero haciendo un balance objetivo son muy pocos logros para la calidad de nuestros deportistas, ojala el gobierno tome cartas en el asunto y "nuestro equipo" nos lo devuelva
ResponderEliminarHe quedado estupefacto. Gracias por denunciar y proponer. Sabemos que es difícil recuperar el Norte, pero si aunamos nuestras voces, tal vez podamos lograr que la situación se revierta y los dineros públicos se entreguen a gente colombiana que trabaja 100% en favor de un ciclismo limpio. En Colombia existen... para poner un ejemplo concreto: Las personas que dirigen actualmente el Manzana Postobón, entre ellos, hombres de la calidad de Luis Fernando Saldarriaga y Oscar de Jesús Vargas, y su equipo de colaboradores (as).
ResponderEliminarHe estado dando palos de ciego, por ignorancia de esta cruda realidad.
muy cierto, este fue el peor año del team Colombia, tenemos una marca como escarabajos que se devoran la montaña y nos ganamos a punta de pedal este respeto, y los resultados son concretos, no entiendo a la directiva del equipo, desde la conformación de la plantilla para este año, se fueron corredores buenos, y llega una generación que esta mas de salida que realizar logros importantes. la falta de planificación es clara el corredor colombiano tiene que adaptarse y para eso es el equipo, que se convierte en tu segunda familia.
ResponderEliminarotro punto a resaltar es la falta de respeto por nuestro ídolo Oliverio Rincon que lo tienen de muchacha de servicio, que fue mucho mas ciclista que Corti sobre todo en las tres grandes vueltas del ciclismo, si no investiguen para que se den cuenta. esto es triste.
y del periodismo pre pago ni se diga, según los "especialistas" es un gran logro que un Colombianito vaya en la fuga que ni siquiera llega a meta, pero le dan PALO a Rigo o Nairo por que llegan a rueda de semejantes monstruos como Contador, Froome o Nibali cuando sabemos que estos corredores están en casi todas las competencias World Tour.
es hora de nosotros como aficionados exigir respeto a este señor, que tiene a coldeportes como Gallinita de los huevos de oro, nosotros como colombianos apoyamos a nuestros deportistas, sobretodo el team Colombia que se financia con recursos del estado, que también son nuestros recursos, y que con gusto hacemos parte de este sueño escarabajo. por esta razón exigimos que tomen medidas ya, y que no sea solo plata también una reestructuracion del equipo, yo se que estos muchachos le ponen corazón a su trabajo, pero con este manejo interno tan mediocre, y que les tomen del pelo por su salario se ve reflejado en la carretera.
Siempre va a ser lo mismo, si yo manejara el equipo lo haría bien, pero si lo maneja otro nada. Mejor dicho, cualquiera que maneje el equipo va ser criticado, porque los intereses personales siempre van primero en esta sociedad. Ahí esta el ejemplo de Urrego (Periodista Colombiano) que siendo colombiano maneja contratos oscuros para ser imparcial. lo claro es que según leo, los equipos de Colombia se dopan y los del exterior no planifican, mejor dicho esto esta más podrido que el futbol.
ResponderEliminarLo que si considero claro, es que aunque salgan equipos colombianos o no, se esta formando una generación de amor por la bicicleta y cada vez se ven mas personas rodando por las vías nacionales en sus buenos caballitos de acero, y no falta el hijo de un fanático al cual se le inculque esa disciplina del deporte y termine siendo otro grande. material siempre va a haber y el logro siempre va ser personal ante cualquier adversidad.
Gracias por la contribución para acabar con el amado team Colombia, aún se le recuerda.
ResponderEliminar