03 octubre 2015

Team Colombia

*Ampliación del artículo del columnista Gustavo Duncan publicado en el diario El Tiempo el jueves 10 de septiembre de 2015.

El director del ente patrocinador y el dueño del Team Colombia
Mientras muchos corruptos se devanan los sesos para robar, hay gente a las que les entregan la plata en bandeja sin necesidad de hacer nada ilícito. Cada año Coldeportes gira alrededor de €3 millones al italiano Claudio Corti para que dirija el equipo ciclístico Team Colombia. Basta su nombre para descrestar a nuestros ingenuos directivos, porque luego de cuatro años sus resultados son más mediocres que modestos. En el 2015 es la única escuadra profesional que no ha logrado aún una sola victoria. Y ocupa la posición 14 entre los 20 de su categoría. La excusa que puede poner Corti para justificar tan pobre rendimiento es que no es suficiente presupuesto. Pero equipos con menos plata cosechan resultados mucho mejores que el T-Colombia. El Caja Rural de España, para dar solo un ejemplo, con un millón menos de presupuesto ha logrado sumar ya 16 victorias este año.

Un barco a la deriva
Cuando en 2012 se creó el equipo Team Colombia el objetivo principal inicial era que un equipo íntegramente colombiano regresara a las grandes carreras en Europa. En 4 años se han corrido dos Giros de Italia y una Vuelta a España, sin triunfos. Las mejores figuraciones son tres 2º puestos de Fabio Duarte (20ª etapa del Giro 2013 y etapas 15ª y 18ª del Giro 2014) y un 2º puesto de Rodolfo Torres (16ª etapa de la Vuelta 2015).

Desde 2014 el equipo cambió de la noche a la mañana su objetivo. Ahora ya no es tener un equipo protagonista y ganador, con miras a subir al World Tour (WT) en dos o tres años. La misión ahora es convertirse en un equipo promotor de corredores; formar figuras para que suban al WT. Lo extraño es que sus contrataciones incluyen muchos corredores experimentados o en el final de sus carreras. Si miramos la edad de los corredores 12 de 19 ciclistas tienen 26 años o más. A todas luces no es un equipo que promocione ciclistas.

Estas son todas las victorias logradas por el Team Colombia hasta ahora:

2012: 6 triunfos
- 4ª etapa Giro del Trentino (Darwin Atapuma)
- prólogo Vuelta a Colombia (Fabio Duarte)
- 5ª etapa Vuelta a Colombia (Juan Pablo Forero)
- 5ª etapa Vuelta a Burgos (Esteban Chaves)
- GP Cittá de Camaiore (Esteban Chaves)
- Coppa Sabatini (Fabio Duarte)

2013: 3 triunfos
- 6ª etapa Vuelta a Polonia (Darwin Atapuma) *prueba WT
- 1ª Etapa Tour de l’Ain (Leonardo Duque)
- GP Bruno Beghelli (Leonardo Duque)

2014: 3 triunfos
- 1ª etapa Tour de Langkawi (Dúber Quintero)
- Campeonato Nacional de Ruta (Miguel Ángel Rubiano)
- 2ª etapa Vuelta a Colombia (Jeffrey Romero)

2015: 0 triunfos

Como podemos ver los resultados son cada año peores, tanto en cantidad como en la calidad de las victorias. Debemos aclarar a los profanos que premios como la regularidad, montaña, mejor joven, clasificación por equipos, combatividad, elegancia, etc. en el ciclismo no se consideran victorias. Como su nombre indica, son eso: premios. Como victorias solo cuentan cuando se pasa de la línea de meta o cuando se gana la clasificación general de las carreras por etapas. Lo más llamativo de estos malos resultados es que a Corti este hecho no parece preocuparlo. La culpa no es de los ciclistas, como seguramente argumentarán los defensores de Corti; sino del staff técnico, la dirección deportiva del T-Colombia. Materia prima abunda aquí. La prueba son los Nairos y Rigos, que bien manejados rinden al máximo nivel. La culpa es exclusiva de un manejo mezquino e incompetente.

En este equipo se nota a distancia la improvisación a la hora de planificar la temporada y las carreras. Si nos ponemos a mirar con detenimiento los calendarios de competencias que le restaban al T-Colombia en las distintas fases de este temporada podíamos comprobar asombrados que no sabían que pruebas iban a disputar más allá de 4 meses. Y más de la mitad de las carreras se encontraban... ¡en espera de invitación! En el ciclismo ultra-sofisticado al milímetro de hoy día, si se la pasan esperando las invitaciones, sin saber qué van a correr, es imposible realizar una planificación adecuada de la temporada y lograr una preparación física y sicológica óptima de los ciclistas de cara a llegar en una forma idónea a las carreras, con sus picos de forma, etc. Con ese calendario solo se puede de dos maneras: improvisando o a las malas. Así salen luego las temporadas, que si se consigue algo es por esporádicos ramalazos de calidad individual. Sumado a esto no hay una planificación de los entrenamientos. Las órdenes de los preparadores físicos se resumen en un: “salgan a hacer kilómetros y traten de bajar peso”.

A veces da una imagen de equipo poco serio, casi amateur. Como cuando corrieron el Giro del Trentino 2014 con 6 corredores, en vez de enviar los 8 a los que tenían derecho. Entre las decisiones desacertadas está que el calendario de carreras se arma con base en el calendario italiano, lleno de clásicas de un día, que no se ajustan al perfil de los corredores del equipo. Muchas veces se seleccionan escaladores para carreras planas donde no tienen ningún chance de hacer nada destacable y se llevan pasistas para carreras con montaña. No llegan a ninguna prueba con la intención de ganarla. Porque la estrategia siempre es meterse en la fuga, sea la carrera que sea, a veces con el corredor menos indicado, solo para “mostrar maillot” y hacerle publicidad a la marca de bicicletas que surte al T-Colombia. De esta manera los ciclistas poco a poco van cayendo en el conformismo y la impotencia.

Luego está el aburridor tema de todos los años con los retrasos en los pagos de las nóminas a los muchachos. Por estos y otros motivos muchos corredores no se sienten valorados y pierden la motivación. Varios, como el actual Campeón Nacional de Ruta Robinson Chalapud, ya mostraron su malestar en público en el pasado. Otros no se atreven aún a dar la cara y lo hacen en privado. Pero casi todos buscan su salida cuanto antes de este equipo. Algunos hasta prefieren regresar a Colombia para fichar por equipos nacionales, cobrando menos dinero, que quedarse en el Team. Solo unos pocos como Atapuma, Chaves o Pantano lograron encontrar acomodo en equipos WT.

Se observa también que hay un manejo tacaño de los recursos económicos. Corti no quiere gastar mucho. Es un director de la vieja escuela que no cree en los modernos métodos científicos para preparar a los ciclistas. Totalmente necesario en el tecnificado ciclismo actual. Demoró un año en utilizar potenciómetros, una herramienta elemental para mejoras el desempeño de cualquier corredor en la actualidad. Cuando los adquirió se hizo con iBike, una de las marcas más baratas del mercado y con unos errores de medición tan altos que lo hacen ineficaz para extraer datos de potencia confiables en los entrenamientos y en competencia.

Entrenando y mamando frío en pleno invierno europeo
Igual hace con los tiquetes aéreos. Para ahorrar en viajes, mantiene en Italia a los ciclistas, quienes tienen que pagar de su propio bolsillo el arriendo. Lo malo es que allí, luego de un tiempo, pierden toda la ventaja de entrenar en altura, como dictan los modernos métodos de entrenamiento ciclista. Equipos como Sky, Astana, Tinkoff y Movistar gastan durante toda la temporada enormes sumas de dinero llevando a sus ciclistas a largas sesiones de entrenamientos en altitud en el Teide (Islas Canarias) y en la Sierra Nevada (Granada). Corti, pudiendo tener a sus corredores realizando entrenamientos económicos en altura, hace todo lo contrario: trae los ciclistas a una casa en Italia a que entrenen en altitudes mucho menores que las de su lugar de residencia en Colombia. Son obligados a viajar en enero y febrero, en pleno invierno europeo, al norte de Italia. Con los fríos bajo cero de esa época les es imposible poder realizar entrenamientos en condiciones. Quizás semanas enteras sin poder salir del apartamento. Y como es lógico no pueden rendir, pues comienzan la temporada sin la adecuada forma física y sicológica. ¿Qué motiva a Corti a exigir a sus ciclistas a que gasten arriendo de su dinero para entrenar en unas condiciones a todas luces desventajosas? Y si los muchachos del Team le piden poder regresar a Colombia, a entrenar en altura y con el buen clima de nuestro país, Corti les dice que deben pagarse ellos mismos los pasajes de avión.

En lo que sí no ahorró fue en contratar a su hijo Marco Corti, como ciclista profesional primero, y ahora como asistente. Estos no son los únicos exabruptos de Corti. Al boyacense Oliverio Rincón, único miembro colombiano del staff técnico y “en teoría” director deportivo, lo tienen de “chico de los mandados”, manejando carro de un lado a otro, llevando y trayendo personas y materiales.

Aunque quizá lo más indignante sea un video del Diario As en el que muestran a los ciclistas recibiendo instrucciones antes de una etapa de la recién finalizada Vuelta a España. Es muy evidente que no hay un estudio del recorrido, ni de los rivales, ni de nada. Tan solo un “trátense de escapar” y un “ah, no se olviden de proteger a su líder”. La charla “técnica” del director, el italiano Valerio Tebaldi, respecto a la estrategia a llevar en carrera es de una total desidia. Tan lamentable que la puede dar cualquier aficionado al ciclismo. Las caras desmoralizadas de los ciclistas durante la charla lo dicen todo. Hasta lo comenta uno de ellos, cuando le dice al director, con toda razón, que para qué gastar fuerzas en intentos de escapada inútiles, si se sabe que el lote los va a tener bajo control en todo momento. A la salida del bus a los muchachos se les nota totalmente desmotivados.

Lastimosamente el 'T-Colombia está en pésimas manos desde que empezó el proyecto. Corti es un director deportivo “del siglo pasado”; con todo lo que esto significa. El malogrado Laurent Fignon comentaba en su libro autobiográfico como fue el mismo Corti quien trato de introducirlo en el consumo de EPO cuando el parisino entró a formar parte del equipo Gatorade-Chateau D’Ax en 1992.

Pero más que este detalle de director de la vieja escuela ciclística, la falla estructural radica en que, además de ser muy mal gerente deportivo, a Corti sólo le interesa ganar plata. El día en que se le acabe el patrocinio de Coldeportes habrá ganado suficiente y emprenderá otro proyecto. En este sentido ya tiene experiencia previa en enterrar equipos; con un pasado terrible con un proyecto similar sudafricano. En 2006, siendo director deportivo del Barloworld, tumbó a la dirección del equipo, cuya estructura era inglesa, y se quedó como manager, con todo el equipo y con el patrocinio. Por allí andaban con él unos cuantos italianos, como Valerio Tebaldi, que ahora es el principal director deportivo del T-Colombia.

Este equipo quebró en el Tour de Francia 2008, cuando en la 10ª etapa saltó el escándalo del positivo por EPO del español Moisés Dueñas (clasificado en el top-10 de la general). La Gendarmería francesa lo llevó detenido a comisaría cuando registraron su habitación de hotel y encontraron varios productos dopantes. “Casualmente” al día siguiente de la detención varios corredores del Barloworld se retiraron de la carrera en extrañas circunstancias; como el compañero de habitación de Dueñas en aquel Tour, el colombiano Félix “El Gato” Cárdenas. Al paso que va es posible que Corti termine por incluir en “su palmarés” la defunción de otro equipo más.

Corti no es más que un embaucador que en este momento vive de engañar a los colombianos con la inestimable complicidad y colaboración de Héctor Urrego y otros periodistas deportivos afines como Lisandro Rengifo o Aicardo Torres. Como cuando el año pasado afirmó sin ninguna pena ante la gente de Coldeportes que para este año 2015 el equipo tenía posibilidades de ser invitado al Tour de Francia. Con esa burda mentira "convenció" a Andrés Botero y garantizó otro año más de patrocinio. Simplemente pidió plata sin comprometerse con resultados concretos.

Cuando llega a Colombia todos los años a pedir a Coldeportes un aumento del presupuesto para su equipo todo son sonrisas y parabienes. Aquí no tiene más que halagos para sus corredores. Pero en Europa se atreve a “sacar los trapos al sol” y criticarlos con crudeza, tachándolos de poco profesionales y ventilando aspectos privados de sus vidas, como bien se puede leer en la entrevista que concedió al diario francés L’Equipe durante el trascurso del pasado Tour de Francia. Ojalá la leyeran en la Federación para que sepan “que tan bien” promociona este señor en el exterior la imagen de Colombia y el ciclismo colombiano.

Pero ni así los directivos de Coldeportes se dan por enterados. Uno de ellos, invitado con todo pago al Giro 2014 por el T-Colombia, les dijo a dos fuentes: “Qué tan profesional es Corti. Todas las mañanas están listas las bicicletas, todas limpiecitas, con su bolsa de comida para la etapa”. Sin palabras.

El lorito del capitán
¿Quién pagó los pasajes y la estadía de Urrego en el Giro 2014?
Ahora, que un directivo sin mucha idea del ciclismo diga eso, vaya y venga. Pero que Héctor Urrego, el periodista ciclístico con más experiencia del país, pida que a Corti le incrementen el presupuesto en al menos €2 millones adicionales para que el T-Colombia suba a la categoría World Tour no tiene explicación. O no sabe nada de ciclismo, o por alguna razón o posible interés oculto “no le interesa saber”.

Porque los rumores en el entorno ciclístico nacional insisten una y otra vez en que Urrego cobra importantes sumas de dinero del T-Colombia. No sabemos si de la mano de Claudio Corti o directamente de Coldeportes. Hablamos de cantidades desorbitadas, cercana a los 200 millones de pesos anuales. Sabemos de personas que tuvieron en sus manos, escrito negro sobre blanco, el contrato original para la temporada inicial (2012). Y pudieron leer con sus asombrados ojos: ¡$196 millones para Héctor Urrego Caballero! ¿En concepto de qué?

Si este hecho llegara a confirmarse tampoco debería extrañar a nadie. Cuando el ciclista Juan Pablo Villegas dijo en una entrevista a Klaus Bellón que “desde hace años, ese ha sido el juego en Colombia. Cuando hay un equipo que tiene buen soporte financiero, algún medio de comunicación pide que les paguen a ellos por servicios de comunicación y publicidad. Imagine que yo tengo un equipo grande y que su página web es la grande del país en el tema del ciclismo y también tiene una estación de radio (llamémosle Klaus FM), que es también la voz  más grande en el ciclismo en la radio. Yo le pago 100 millones de pesos para que me promueva mi marca y mi equipo en su página y su emisora. La cifra exacta no la sé, pero digamos 100 millones. Entonces usted se hace el de la oreja mocha sobre las fallas de ese equipo, y deja a los demás equipos sin cobertura, no los nombra en sus notas, no les hace seguimiento. Es así de simple. Hay conflicto de intereses, y los equipos que no pagan sufren el que no se hable de ellos”. Cuando Villegas dijo esto todos en el mundo del ciclismo nacional saben a quién se estaba refiriendo. Al parecer, para Urrego “el que no paga no se nombra”; luego “no existe”.
Que Urrego estuviera efectivamente “en la nómina” del T-Colombia podría darnos una explicación lógica a su nula objetividad. Los ejemplos de su arbitrariedad cuando informa de Corti y su equipo son muchos. Para ocultar la mediocre gestión, la pésima planificación y los pobres resultados deportivos Urrego se encarga a toda hora de realizar un intenso e incesante lobby a favor del equipo de Corti. Lavando la cara y echando incesantemente flores al staff técnico. Engañando sin cesar a la opinión pública y haciéndole creer al seguidor colombiano que dentro del T-Colombia se hacen bien las cosas y se logran resultados satisfactorios.

Siempre alabando, hasta llegar a la lisonja, toda clase de premiación secundaria que consiga el T-Colombia, como los Premios de la Montaña de cualquier carrera por etapas de 2º o 3º nivel o la farsa de los Premios a la Combatividad de la recién finalizada Vuelta a España. Para este tendencioso “periodista deportivo especializado en ciclismo” cuando algún ciclista del T-Colombia entra en la fuga del día es una “espectacular actuación”, cuando alguno aparece un momento en las pantallas de TV para él (y solo para él) significa que el equipo tiene “gran protagonismo en la carrera”, cuando algún corredor llega en alguna carrera o etapa de 6º o 10º o con el tiempo del ganador siempre es un “excelente resultado”, cuando solo uno o dos corredores finalizan las pruebas (casi siempre lejos de los puestos donde se definen las carreras; como en el GP Lanciano 2014 donde solo acabaron 2 corredores, de 30º y 40º) es una “maravillosa presentación”. ¿Y este señor es supuestamente “el periodista que más sabe de ciclismo en Colombia”? ¡Hágame el favor!

Con la misma facilidad que tiene para lambonear al Team puede, por poner solo un ejemplo, realizar criticas con una ferocidad despiadada por un 7° puesto en la clasificación general final del Tour de l'Avenir. Por supuesto, está en todo su derecho de hacerlo. Pero lo desacredita como periodista imparcial y ecuánime. Tampoco le importa mentir sin pudor, escondido detrás del cuento de ser “la Biblia del ciclismo americano”. Como cuando presenta como formados en el T-Colombia a ciclistas como Chaves, Pantano o Atapuma. Ocultando que todos pasaron por el Colombia es Pasión (estructura donde lograron sus mejores victorias) y que sus resultados en el equipo de Corti, salvo un par de victorias aisladas, fueron decepcionantes.

Inculcando de esta manera tan repetitiva en las mentes de la opinión pública ciclística colombiana la falsa imagen de que el T-Colombia es un éxito y que todo lo que hacen está perfecto. No solo en la multitud que lo lee o escucha; sino también, y esto es lo más grave, en las personas que pueden tomar alguna decisión respecto a la continuidad del equipo. Como el director de Coldeportes, el Sr. Andrés Botero; al que Urrego últimamente pide con una insistencia obsesiva que se dé prisa en concederle más plata al T-Colombia; para que en 2016 pueda subir a World Tour, la máxima categoría del ciclismo profesional en ruta.

¿Cómo va a hacer Corti para ser WT, cuando el importante factor de los Puntos-UCI brilla por su ausencia en el T-Colombia? ¿Qué ciclistas punteros colombianos ficharía para el T-Colombia? ¿Querrían esos ciclistas (por mucha plata que les paguen) ir al equipo sin dirección ni planificación de Corti, un señor que con sus métodos desfasados se quedó anclado en el siglo pasado? ¿Para qué? ¿Para retroceder en sus prestaciones, perder sus mejores años como profesionales y rebajar su cotización en el mercado?

Lo que Urrego debería hacer es explicar en público cuáles son sus intereses reales en el incesante lobby que realiza a favor del T-Colombia. Porque con sus constantes halagos a los mediocres resultados deportivos (fruto, insistimos, de la pésima dirección de los corredores) y su defensa a ultranza de la evidente mala gestión del equipo pareciera ser el jefe de prensa oficioso del T-Colombia. Lo que da visos de verosimilitud a los constantes rumores sobre los dineros que recibe de Corti.

Este barco necesita con urgencia cambiar de capitán para enderezar el rumbo
Valerio Tebaldi dando las últimas instrucciones antes de la etapa
Gracias a Héctor Urrego sabemos ya con toda seguridad que este equipo no es colombiano; sino que es propiedad privada de Claudio Corti y su corte de italianos. Si tras escuchar a Urrego en el audio del enlace no les quedó claro vamos a explicarlo: El T-Colombia es tan colombiano (en el sentido de “nos pertenece a todos los colombianos”) como lo puede ser Bancolombia, la cerveza Club Colombia, la gaseosa Colombiana o los productos Colombina. Solo tiene el nombre de nuestro país. La diferencia entre “el equipo se paga con el erario público” y “el equipo tiene un patrocinador que aporta dinero del erario público” es crucial. Porque pone a Coldeportes (y al país) en su papel real dentro del equipo: es un mero patrocinador. Sí, es el patrocinador principal. Por esta razón tiene derecho a definir el nombre del equipo. Pero es solo un patrocinador. Como lo son la marca de bicicletas Willier (cuya publicidad ocupa todo un lado lateral del maillot y del culotte) o los sillines Fizik. Coldeportes puede hacer auditoría sobre los €3 millones que entrega al equipo de Corti. Pero no es el dueño ni el administrador. Este es el gran logro de Corti y Urrego: manipular la realidad para hacernos creer a los colombianos que el T-Colombia es “nuestro equipo”.  

El T-Colombia es ahora mismo un barco sin rumbo fijo. En el inicio, cuando se creó el proyecto del T-Colombia (con Jairo Clopatofsky en la dirección de Coldeportes) la idea era que Corti, como manager, se encargara del lobby ante los organizadores para conseguir las invitaciones a las grandes carreras. Y que el equipo técnico fuera netamente colombiano, con directores deportivos, preparadores físicos y el resto del staff (masajistas, mecánicos, asistentes, etc.) nacionales. Para que pudieran aprender y crecer profesionalmente de toda la experiencia de estar en un equipo que compitiera en las mejores carreras mundiales. Con los ciclistas entrenando en altitud en Colombia y yendo a Europa solo a competir; como lo hacen Nairo, Rigo y el resto de nuestros corredores World Tour.

Pero esa idea original se fue al traste nada más comenzar la andadura del T-Colombia, cuando el nuevo director de Coldeportes, Andrés Botero, hizo entrega de todos los recursos económicos a la estructura deportiva que ya tenía montada Corti en Italia. Y el italiano cambio de la noche a la mañana toda la hoja de ruta trazada. Nada más comenzar la andadura del Team el equipo ya perdió el norte.

Ahora mismo es un proyecto mal administrado, que ha tenido en sus manos mucho talento ciclístico, pero pésimamente llevado. Corti no es la persona adecuada para manejar el T-Colombia. Para que se recupere la senda perdida lo que debería hacer Coldeportes es dejar de perder esa plata con Corti y buscar una estructura nueva donde invertir todo ese capital. Cuanto antes lo hagan mejor para el ciclismo colombiano. La solución ideal sería entregársela a un staff técnico netamente nacional. En Colombia tenemos gente joven muy preparada, directores deportivos y preparadores físicos competentes, honestos, con ilusiones, sin mentalidad cortoplacista, con la clara idea del rechazo al atajo del dopaje... que de seguro conseguirían mejores resultados deportivos que los logrados por culpa del improvisado manejo de los técnicos italianos. Un equipo renovado en el que todo el dinero que recibieran de Coldeportes (impuestos de los colombianos) se utilizara única y exclusivamente para organizar y manejar un equipo moderno, eficiente y que despierte ilusión entre los aficionados. Con todas las cuentas de gastos hechas públicas para que unos vivos no se la roben o despilfarren. Con esto toda la cantidad y calidad ciclista que atesora Colombia saldría a la luz internacional sin demasiada dificultad.

Ojala en 2016 Coldeportes le entregue el equipo a un proyecto verdaderamente colombiano. Pero quienes manejan nuestro ciclismo parecen no estar interesados en hacerlo. ¿Hasta cuándo tendremos que aguantarnos el manejo deprimente de este equipo ciclista que se dice representa al país y que se mantiene con dineros públicos?

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EDICIÓN (15-10-2015): Al poco tiempo de publicar este artículo ampliado salió a la luz que el Team Colombia no va más para 2016. Al parecer, con el "empujón" del artículo publicado en El Tiempo se comenzó a perder el miedo a hablar del tema del pésimo manejo del equipo durante estos 4 años. Y como un efecto de bola de nieve, más gente de los medios de comunicación deportivos y muchos aficionados al ciclismo se nos unieron en levantar la voz y romper el silencio; con denuncias más graves de lo que imaginabamos de la realidad interna del Team. De esta manera se consiguió superar la masa crítica necesaria para que Corti y sus aduladores dejaran de malversar los dineros públicos que recibían del Comité Olímpico Colombiano. Ahora lo ideal sería que Coldeportes sacara un nuevo equipo ciclista íntegramente colombiano; pero eso no va a suceder a corto plazo. Por lo que solo deseamos que los corredores del equipo reciban íntegros los salarios que se les adeudan y que absolutamente todos, incluido el D.T. Oliverio Rincón, encuentren acomodo cuanto antes en diferentes equipos ciclistas para el 2016.

6 comentarios:

  1. Ignacio Velez4/10/15, 7:58

    Perdido y podrido desde el dia q nacio... El implacable juez del tiempo mostro la realidad. Entenderan por que no acepte a Clopatosky dirigir esta patanada.

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  2. que buen articulo, no solo defiende lo deportivo sino sino lo fiscal, son argumentos muy serios los que se exponen y soluciones coherentes, por fin alguien que trate el tema desde la óptica objetiva, la verdad cuando comenzó este proyecto los aficionados nos ilusionamos mucho, pero haciendo un balance objetivo son muy pocos logros para la calidad de nuestros deportistas, ojala el gobierno tome cartas en el asunto y "nuestro equipo" nos lo devuelva

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  3. He quedado estupefacto. Gracias por denunciar y proponer. Sabemos que es difícil recuperar el Norte, pero si aunamos nuestras voces, tal vez podamos lograr que la situación se revierta y los dineros públicos se entreguen a gente colombiana que trabaja 100% en favor de un ciclismo limpio. En Colombia existen... para poner un ejemplo concreto: Las personas que dirigen actualmente el Manzana Postobón, entre ellos, hombres de la calidad de Luis Fernando Saldarriaga y Oscar de Jesús Vargas, y su equipo de colaboradores (as).
    He estado dando palos de ciego, por ignorancia de esta cruda realidad.

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  4. muy cierto, este fue el peor año del team Colombia, tenemos una marca como escarabajos que se devoran la montaña y nos ganamos a punta de pedal este respeto, y los resultados son concretos, no entiendo a la directiva del equipo, desde la conformación de la plantilla para este año, se fueron corredores buenos, y llega una generación que esta mas de salida que realizar logros importantes. la falta de planificación es clara el corredor colombiano tiene que adaptarse y para eso es el equipo, que se convierte en tu segunda familia.
    otro punto a resaltar es la falta de respeto por nuestro ídolo Oliverio Rincon que lo tienen de muchacha de servicio, que fue mucho mas ciclista que Corti sobre todo en las tres grandes vueltas del ciclismo, si no investiguen para que se den cuenta. esto es triste.
    y del periodismo pre pago ni se diga, según los "especialistas" es un gran logro que un Colombianito vaya en la fuga que ni siquiera llega a meta, pero le dan PALO a Rigo o Nairo por que llegan a rueda de semejantes monstruos como Contador, Froome o Nibali cuando sabemos que estos corredores están en casi todas las competencias World Tour.
    es hora de nosotros como aficionados exigir respeto a este señor, que tiene a coldeportes como Gallinita de los huevos de oro, nosotros como colombianos apoyamos a nuestros deportistas, sobretodo el team Colombia que se financia con recursos del estado, que también son nuestros recursos, y que con gusto hacemos parte de este sueño escarabajo. por esta razón exigimos que tomen medidas ya, y que no sea solo plata también una reestructuracion del equipo, yo se que estos muchachos le ponen corazón a su trabajo, pero con este manejo interno tan mediocre, y que les tomen del pelo por su salario se ve reflejado en la carretera.

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  5. Siempre va a ser lo mismo, si yo manejara el equipo lo haría bien, pero si lo maneja otro nada. Mejor dicho, cualquiera que maneje el equipo va ser criticado, porque los intereses personales siempre van primero en esta sociedad. Ahí esta el ejemplo de Urrego (Periodista Colombiano) que siendo colombiano maneja contratos oscuros para ser imparcial. lo claro es que según leo, los equipos de Colombia se dopan y los del exterior no planifican, mejor dicho esto esta más podrido que el futbol.

    Lo que si considero claro, es que aunque salgan equipos colombianos o no, se esta formando una generación de amor por la bicicleta y cada vez se ven mas personas rodando por las vías nacionales en sus buenos caballitos de acero, y no falta el hijo de un fanático al cual se le inculque esa disciplina del deporte y termine siendo otro grande. material siempre va a haber y el logro siempre va ser personal ante cualquier adversidad.

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  6. Gracias por la contribución para acabar con el amado team Colombia, aún se le recuerda.

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