30 septiembre 2016

El Tour del Café; la cosecha de los otros

Articulo original del columnista de El Tiempo Gustavo Duncan, publicado en ingles en el prestigioso portal de internet CyclingTips el día 28 de septiembre, donde profundiza en el tema de la obstaculización deliberada por parte de la Federación Colombiana de Ciclismo del planeado Tour de Café (carrera que sería 2.1 en el ranking UCI) y da muestra de varios de los grandes problemas del ciclismo interno colombiano.
El pódium de La Vuelta, con Nairo por encima del dominador del Tour
Más que la de Nairo Quintana, la imagen del triunfo en la Vuelta a España 2016 fue la de sus paisanos; decenas de miles de colombianos celebrando en Madrid como no lo hacían desde que Lucho Herrera ganó en 1987. Se podía distinguirlos fácilmente: llevaban la camiseta de la selección nacional de fútbol.

No era casualidad que llevaran un uniforme de fútbol para celebrar un triunfo en ciclismo. Era el único símbolo deportivo de su nación que tenían a la mano. Desde hace varias décadas, luego del final del Postobón y del Café de Colombia a principios de los 90, Colombia no dispone de un equipo de ciclismo en el más alto nivel. Ha habido buenos ciclistas pero, como Nairo y Chaves hoy, estaban obligados a ser parte de una infraestructura que muy poco tenía que ver con el país. Las marcas para las que corrían eran extrañas para los colombianos y estos ciclistas estaban comprometidos con el calendario europeo. Rara vez se les veía compitiendo en carreras locales.

¿A qué se debe que una potencia ciclística, propietaria de un lugar privilegiado en el escalafón de la UCI, dependa exclusivamente de lo que hagan un puñado de corredores sin ninguna conexión con equipos y competencias en Colombia? La historia de un proyecto, el Tour del Café, tiene mucho que decir sobre unos ciclistas que se han hecho globales a pesar de una dirigencia que hace todo lo posible por mantener al ciclismo colombiano aislado del mundo.

Una carrera que solo podía llamarse “del Café”
Desde hace tres años una empresa, The Cycling Company, viene gestionando una nueva carrera en Colombia. Se trata de una vuelta de cinco etapas alrededor de las regiones donde ha sido más emblemático el cultivo del café. Por eso la carrera no podía llamarse sino el Tour del Café. Está programada para disputarse justo después del Tour de San Luis, en Argentina. Sería de la misma categoría, 2.1. en el escalafón de la UCI. De modo que podrían venir los mejores ciclistas del mundo luego de correr en San Luís; entre ellos los ciclistas colombianos de equipos World Tour. Actualmente las carreras por etapas en Colombia son de categoría 2.2. como la Vuelta a Colombia o sin categoría alguna como el resto de competencias, lo que impide por su clasificación, premiación y organización que corran equipos de primer nivel mundial. Tan solo hay espacios para escuadras regionales o para equipos traídos de Ruanda o Italia sin un nivel competitivo acorde al ciclismo colombiano.

Alejandro Carrizosa, el gerente de The Cycling Company, logró obtener el respaldo de Medalist Sports, la compañía estadounidense que organiza el Tour de California, entre otras carreras. También consiguió el respaldo de varias empresas colombianas interesadas en patrocinar el evento y de las gobernaciones de los departamentos cafeteros por donde estaba planeado que la carrera transcurriera.

Todo iba bien hasta el trámite de los permisos ante la Federación Colombiana de Ciclismo (FCC). “Empecé a escribirles. Por supuesto nunca me contestaron. -cuenta Carrizosa- Luego le escribí a la UCI con el apoyo de Medalist. La UCI me decía: pídale el permiso a su federación.” Ante las negativas de la FCC, la UCI le envió a Carrizosa el formato de registro para la carrera. El único inconveniente era que los formatos diligenciados debían ser enviados a la FCC para que esta los reenviara a la UCI.

Sorprendentemente la Federación, cuyo papel era únicamente de intermediario, porque al ser el Tour del Café de categoría 2.1. recibía aval directo de la UCI, se ha aprovechado de ese tecnicismo para sabotear el proyecto. Meses después desde la UCI le avisaron a Carrizosa que su federación no había enviado los formatos. De inmediato Carrizosa llamó a Jorge Ovidio González, Presidente en ese momento de la FCC, quien en vez de ayudarle lo increpó. “Me dijo que yo estaba pasando por encima de ellos, que eso era una “carrera pirata” porque no estaba avalada por la Federación”.

La advertencia era que si quería hacer la carrera la FCC debía estar metida de pies y cabeza en la organización. Desde entonces, hace 3 años, no ha habido forma que la FCC envíe los formatos, ni siquiera luego de un e-mail de la UCI en que en duros términos advierten que es inaceptable la descalificación de los organizadores como “piratas”; argumento usado para engavetar el proyecto. El autor de este artículo ha visto los e-mails de la UCI a la FCC.

Pequeño pero solo mío
El presidente en la sombra de la FCC se apunta todas las victorias
Ante el sistemático bloqueo de la FCC Carrizosa se dirigió a Coldeportes, la agencia estatal que funciona como el Ministerio del Deporte en Colombia. Allí quedaron sorprendidos al conocer su versión de los hechos. La directora de Coldeportes intentó ayudar; pero cuando preguntó por la situación la Federación respondió que el Tour del Café era un rival para ellos en la búsqueda de patrocinadores, que por eso no lo apoyaban.

Para no dejar dudas la FCC respondió en un comunicado del pasado 11 de Julio: “Se conversó también de la carrera denominada Tour del Café, que sería organizada íntegramente por la empresa Medalist Sports. Ante dicho interés, la Federación expresó que no puede haber un evento por encima de la entidad”.

Nada extraña la respuesta. Esta ha sido la conducta de la dirigencia de la FCC desde hace largo rato. La idea no es proyectar el ciclismo local como un deporte global, aprovechando la inagotable cantera de campeones que produce nuestra tierra; sino mantener el control del negocio, así el ciclismo local sea igual al de cualquier país que no tienen ciclistas en el World Tour; mucho menos campeones de las principales carreras del mundo. Pareciera ser que la lógica de los dirigentes de la FCC es “que la torta sea pequeña pero que sea solo mía”.

El grado de cinismo es tal que Jorge Ovidio González, ahora gerente de la FCC, dijo al diario El Tiempo el pasado domingo 25 de septiembre: “La posibilidad de hacer esa carrera la supo la UCI. Pero el mismo presidente Brian Cookson recomendó a los organizadores hablar con la Federación para llegar a un acuerdo. Pero nunca se acercaron”. Lo que es totalmente falso. El 18 de abril de este año se programó una reunión con la FCC para presentar el proyecto del Tour del Café; para que no sintieran que los estaban pasando por alto. “Pero la Federación, al saber que la UCI y el operador Medalist Sport iban a estar en la reunión, negaron la posibilidad de reunirse” - sostiene Carrizosa con una carta que prueba lo que dicen.

Al final no solo se impide que otros organizadores de competencias ciclísticas mejoren el pobre calendario nacional; sino que la FCC no hace lo que por obligación debería hacer: organizar carreras. Su incompetencia es tal que la Vuelta a Colombia está a punto de desaparecer del calendario UCI. La carrera es un desastre desde el punto de vista organizativo. La premiación, el cobro a los equipos por llevar carros acompañantes y el hecho que los ciclistas tengan que pagar su alojamiento son apenas una parte de la larga de lista de violaciones al reglamento establecido por la UCI. Nadie se explica por qué la UCI ha preferido mantenerla en el calendario, así sea en la categoría más baja de una carrera por etapas.

No son solo las carreras del calendario nacional
La gestión de la FCC la retrata otro caso. A la Selección Colombia, por resultados este año, le corresponden 24 cupos a los próximos Mundiales en Ruta a disputarse en Doha. Sin embargo la FCC planea llevar solo a 16 ciclistas. De acuerdo al presidente actual, Agustín Moreno, la razón para desaprovechar los cupos es que no cuentan con corredores competitivos en la categoría junior y damas. Es decir: en aquellas categorías donde más importante es su gestión para formar a nuevas figuras, porque no existen suficientes equipos ni patrocinadores, no llevan ciclistas.

En la lucha contra el dopaje los resultados son peores que mediocres. Recientemente el principal periódico de Colombia, El Tiempo, denunció cómo el pelotón local utiliza hoy día sustancias prohibidas con mayor irresponsabilidad e impunidad que a mediados de los 90 en Europa. El reportaje mostraba fotos con los productos traídos de China que se consumieron en la pasada Vuelta a Colombia.

Para los ciclistas jóvenes el dilema es si negarse a la trampa y no ganar nada, ni tener mayor chance de conseguir cupo en un equipo donde les paguen un salario; o doparse y ser competitivos en un medio donde casi todos van envenenados. Es, además, un doping realizado sin mayor soporte científico, sin estar soportado en planes de entrenamiento elaborados por algún profesional.

Dos reconocidos preparadores físicos consultados para este artículo coincidieron en que si un ciclista local no se marcha a Europa a temprana edad lo más seguro es que luego sea imposible para ellos adaptarse a correr sin trampas. Ya son varios los casos de ciclistas que volaban en Colombia pero cuando fueron fichados para correr en Europa a duras penas terminaban las etapas de alguna competencia de segundo nivel.

La cosecha de los otros
Colombianos en Madrid celebrando el triunfo de Quintana
Si todo es tan malo en la FCC ¿Por qué nadie interviene para cambiar los dirigentes? Es cuestión de percepción. Para la mayoría de la gente en Colombia el ciclismo solo es objeto de atención y celebración cuando llegan los triunfos. Antes de que la generación de Quintana, Urán, Chaves, etc. irrumpiera en escena, a los colombianos poco les interesaba el desempeño de la dirigencia ciclística porque poco seguían el ciclismo local. Los dirigentes podían ser mediocres sin ningún problema, pues nadie estaba atento a su desempeño.

Ahora que nuestros ciclistas brillan en todas carreteras del mundo la gente piensa que son los frutos de un trabajo de largo plazo de la dirigencia. No reparan que en realidad los dirigentes recogen la cosecha de los otros: de todas esas personas que se sacrificaron y los formaron y quienes los llevaron al ciclismo europeo. Por algo el ciclista Winner Anacona le respondió en Twitter al Presidente del país, Juan Manuel Santos, que volverán el próximo año al Tour porque ellos se han hecho SOLOS, en letras mayúsculas. Santos antes los había felicitado y también consolado en Twitter por no haber cumplido “el sueño amarillo” con Nairo Quintana. Les decía: “¡Volveremos por más!”.

1 comentario:

  1. Luis Miguel Silva M.1/10/16, 18:59

    Gustavo, Asier, muchas gracias por el artículo.

    Entre las personas que, con el paso de los años, nos hemos empapado un poco mas en el ciclismo este bochornoso capítulo de la dirigencia del ciclismo colombiano no es algo que nos sorprenda; pero si veo con algo de satisfacción que la podredumbre del ciclismo nacional vaya emergiendo poco a poco en los medios internacionales a ver si se logra cortar con ese problema de raíz.

    La falta de visión de la actual dirigencia de la FCC queda patente en esta polémica; no se mucho de gestión comercial, pero sería más rentable para mi recibir un dinero por hacer de intermediario -sin invertir un peso- que hacerme cargo de una carrera con una organización y unos resultados lamentables, donde engendros como "Sevillano" y Ortega son los referentes.

    La idea del tour del café después del tour de San Luis es una buena alternativa que seguramente podría mostrar unos resultados bastante interesantes. Lo que a mi me gustaría en un futuro es que una empresa organizadora con un perfil tipo ASO pudiera tomar el control de la Vuelta a Colombia para tratar de recuperar su grandeza.

    Pasando a otros temas no tan ajenos, quedé un poco inquieto respecto a la nueva incorporación del Movistar (Abarca) proveniente de nuestro país (no recuerdo su nombre en este momento), me preocupa que pueda ser un nuevo Argiro Ospina, la muestra patente de los ciclistas que "no pueden adaptarse", pero bueno, si contrataron a un Víctor De La Parte bastante conocido por sus vínculos con la boyante farmacología andorrana (y lugar en donde parece reside un importante ciclista nacional), no podría esperarse que fueran totalmente cero tolerancia con las cuestiones non sanctas.

    De nueva cuenta muchas gracias por su interés en este precioso deporte.

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