Ampliación del
artículo de opinión del columnista Gustavo Duncan publicado originalmente en el diario
El Tiempo el
jueves 9 de febrero del 2017.
El "éxito" del T-Colombia, un ejemplo de la "buena gestión" de Ovidio |
El caso del
ciclismo
Un
caso reciente, en apariencia insignificante en el entramado de Gobierno, nos da
una idea de lo que nos cuesta el clientelismo. El pasado 24 de enero fue
elegida la nueva directiva de la Federación Colombiana de Ciclismo (FCC). El
gran ganador fue el gerente actual, Jorge Ovidio González. Su lista obtuvo una
apabullante votación de 22 ligas departamentales en contra de ningún voto de su
contrincante, Fernando Flórez.
El
portal La
Silla Vacía reportó que González
prometió “bicicletas para las ligas más pequeñas, como la de Amazonas o La
Guajira, para así asegurar su apoyo”. También mostró la foto de un chat en que la directora de Coldeportes,
Clara Roldán, se compromete con ayudar al director de la liga de La Guajira para
realizar una clásica ciclística en el departamento. Roldán, al parecer,
respaldó a González porque en su lista iba un amigo suyo.
Es
un caso que a todas luces apesta a clientelismo. Y si bien hasta ahora no hay
pruebas de corrupción, el costo no se limita a las bicicletas, los repuestos y
la organización de la clásica guajira (si es que algún día se disputa realmente
esta carrera). De hecho eso es lo de menos. El verdadero costo es que la FCC
sigue en manos de quienes la han manejado durante más de una década y que poco
han hecho para remediar los grandes problemas del ciclismo interno: la
lacra del doping ( que no
cesa a pesar del sepulcral silencio oficial y
periodístico nacional),
la pobre calidad de las carreras, su precaria difusión en los medios, la
rudimentaria formación de los jóvenes talentos y un largo etc.
En
otras palabras, el costo del clientelismo es que Colombia, una potencia mundial
en ciclismo, seguirá teniendo una
dirigencia incapaz de tener un ciclismo local a la
altura de sus logros deportivos internacionales. Por algo Nairo Quintana apoyó
la candidatura que se enfrentaba a González. Él, porque lo vivió, sabe muy bien
lo que padecen en sus inicios los miles de ilusionados corredores que aspiran a
ocupar una plaza en el pelotón mundial y nacional.
Una prensa
comprometida
Nairo es todo un profesional que arrasó en su primera carrera del año |
Los
arreglos parecieran extenderse más allá de las ligas y llegar incluso hasta
instancias que se supone deberían ser críticas e independientes de la
dirigencia. La prensa tradicional que se ha especializada en el ciclismo ha
defendido a ultranza la actual administración. Desde el programa radial “La
hora del ciclismo” le hicieron campaña abiertamente a Jorge Ovidio González.
En
sí no hay nada de malo en eso. Están en su derecho y es totalmente legítimo que
consideren que la gestión de la actual Federación es buena. Lo que sorprende
son los términos utilizados para descalificar la intervención de Nairo en favor
de la campaña del candidato contrario a sus afectos. En particular el trino de Aicardo Torres donde dice que “Lo
mejor de la derrota de FF [Fernando Flórez] y cia por su afán de FedeCiclismo
es que Nairo Quintana regresa a sus entrenamientos normales y completicos”.
¿Acaso
Nairo Quintana no tiene derecho a opinar e intervenir en el manejo del ciclismo
nacional? ¿Quién con mayor autoridad que él, que conoce en carne propia la
experiencia de los ciclistas en formación, para opinar sobre el tema? Además el
trino sugiere que Nairo había dejado de entrenar por hacer proselitismo. ¿Qué
dirá el periodista ahora que Nairo barrió en la etapa de montaña de la Vuelta a
la Comunidad Valenciana? ¿Qué tal que hubiera realizado juicioso esos “entrenamientos
normales y completicos” que le reclama Aicardo Torres?
La
consecuencia
Esto
que se ve tan claro en la dirección de un deporte es lo que sucede en mayor
escala en todos los niveles de Gobierno. El costo que tenemos que pagar por el
clientelismo es una dirigencia mediocre, más pendiente de “repartirse la torta”
que del bienestar general de los colombianos
a los que, en teoría, se deben. Muchas veces con la total complacencia de la
prensa especializada.
La verdad y nada mas que la verdad, "No hay peor ciego que aquel que no quiere ver"
ResponderEliminarY esto será poco para la cantidad de chanchulos de la FCC.
ResponderEliminarEsperé a que terminara el Giro para poder decirle a Jorge Ovidio González que se tragara la apuesta que hizo por Níbali en esa carrera. Gracias Nairo por hacerle tragar sus palabras!
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