La tradición y la emoción del ciclismo se unen en las Clásicas |
Si
por algo se caracterizó el ciclismo de competición en ruta hasta hace unos
pocos años es por ser el deporte de competición de resistencia por excelencia.
Por este motivo los ciclistas ganadores y no-ganadores eran tratados como
héroes por los aficionados y no-aficionados. Con muchísimo peores bicicletas,
carreteras, alimentación, hidratación, información, tecnología, hoteles,
masajistas, recuperantes (autorizados y prohibidos), etc. los ciclistas de
antes eran capaces de realizar recorridos de 250, 300, 350, 400 y hasta 600
kilómetros en el día. Los ciclistas de ahora, mejor preparados en todos los
aspectos, al parecer no pueden. ¿O será que no quieren? ¿Estaremos los humanos involucionando en vez de evolucionando?
Por
fortuna aún nos queda una prueba en el calendario internacional que se acerca a
los 300 kilómetros de recorrido. Y cada año se presentan alrededor de 200
ciclistas en la línea de salida para recorrerlos y disputarlos. Pero entre los
que disputan la victoria en la Milán-Sanremo nunca hubo un ciclista colombiano.
¿Es posible que no haya en Colombia pasistas fondistas de potencia y con buena punta
de velocidad? ¿O será que no hay ni una sola prueba en el calendario nacional donde puedan hacerse destacar por sus cualidades escondidas, para hacerse visibles a los ojos de los aficionados, periodistas
y directores deportivos?
Proponer
recorridos de Clásicas en Colombia que resulten atractivos es solo un juego;
pero para hacerlos más reales y viables es importante tener en cuenta a la hora
de diseñarlos el estado de las carreteras y que las principales redes viarias
del país no se vean afectadas por excesivos cortes en el tráfico. Nosotros
encontramos estas 7 posibles Clásicas:
La Lorica-Cartagena
Esta
clásica podría ser el equivalente criollo a la Milán-Sanremo; por el extenso
kilometraje y por el ascenso al cerro de La Popa “haciendo de Poggio” poco
antes de meta.
Saldría desde el departamento de Córdoba, concretamente desde Lorica, municipio perteneciente a la red de los pueblos patrimonio de Colombia. De salida entraría en Sucre para recorrer la costa del golfo de Morrosquillo y entrar al interior, hacia la capital Sincelejo. El paso por Corozal, El Carmen de Bolívar, San Jacinto, San Juan Nepomuceno y Luruaco serian kilómetros de desgaste por el calor y las horas de pedaleo sobre las bicis. Con 250 kilómetros sobre las piernas las cosas comenzarían a ponerse serias en la tendida subida al alto de Turbaco y posterior descenso, para enfilar el lote en busca de posiciones delanteras y entrar bien situado a la carretera del alto de La Popa (1.5 km al 7.6%) que se debería subir a fuego para cortar y seleccionar el lote entre los corredores de gran fondo y los que no posean esta característica. Tras un descenso corto y rectilíneo para tomar la carretera que va del aeropuerto al centro histórico, se bordearía la ciudad amurallada para llegar a meta, que podría ubicarse cerca a la Plaza del Reloj o en Bocagrande.
Saldría desde el departamento de Córdoba, concretamente desde Lorica, municipio perteneciente a la red de los pueblos patrimonio de Colombia. De salida entraría en Sucre para recorrer la costa del golfo de Morrosquillo y entrar al interior, hacia la capital Sincelejo. El paso por Corozal, El Carmen de Bolívar, San Jacinto, San Juan Nepomuceno y Luruaco serian kilómetros de desgaste por el calor y las horas de pedaleo sobre las bicis. Con 250 kilómetros sobre las piernas las cosas comenzarían a ponerse serias en la tendida subida al alto de Turbaco y posterior descenso, para enfilar el lote en busca de posiciones delanteras y entrar bien situado a la carretera del alto de La Popa (1.5 km al 7.6%) que se debería subir a fuego para cortar y seleccionar el lote entre los corredores de gran fondo y los que no posean esta característica. Tras un descenso corto y rectilíneo para tomar la carretera que va del aeropuerto al centro histórico, se bordearía la ciudad amurallada para llegar a meta, que podría ubicarse cerca a la Plaza del Reloj o en Bocagrande.
Recorrido:
Lorica – Coveñas – Tolú – Toluviejo – Sincelejo – Corozal - El Carmen de
Bolívar - San Jacinto - San Juan Nepomuceno – Luruaco – Turbaco – Cartagena.
La Cartagena-Santa
Marta
Si
en Francia tienen la París-Tours, en Colombia bien podríamos tener una prueba apta
para pasistas y embaladores de fondo físico, con un kilometraje digno de Gran
Clásica. Se unirían en una prueba ciclista dos ciudades con mucha historia. La
salida sería en el centro histórico amurallado de Cartagena. La meta estaría
colocada en “la bahía más linda de Suramérica”. Iría por la carretera del
interior entre Cartagena y Barranquilla para que la carrera pasara por más
núcleos de población. Las características especiales y puntos clave serian los
siguientes:
- La travesía por la Ciénaga Grande de Santa Marta después de Barranquilla. Si algún equipo supiera o aprendiera a manejarse con el viento lateral podrían formarse unos abanicos como los que vemos de vez en cuando en el Tour o la Vuelta a España. O mejores, porque si el viento del mar sopla con fuerza el espectáculo sería digno de ver. También se podría invitar a algún equipo de 2ª belga u holandés. Seguro que no desaprovecharían la oportunidad de organizar unas buenas escabechinas.
- El alto de Ziruma a 3.5 kilómetros de la meta. Es la subida entre El Rodadero y la bahía de Santa Marta; una cota corta y muy fácil (1.5 km al 5.6% de pendiente media) con la parte más exigente al comienzo de la subida. Pero al ser final de carrera se subiría a tope y tras 230 kilómetros recorridos haría de filtro entre los más fuertes; al igual que pasa con el Poggio di Sanremo o las 2 cotas finales de la París-Tours. Ante la proximidad de la meta los embaladores se tendrían que esforzar en la subida para no perder contacto. Lo equipos sin embaladores se lo tendrían que trabajar intentando romper en la Ciénaga Grande y forzando al límite en la subida a Ziruma y el descenso.
Recorrido:
Cartagena – Bayunca – Clemencia – Santa Catalina - Luruaco – Arroyo de Piedra –
Molineros - Sabanalarga – Campeche – Baranoa – Galapa - Barranquilla – Ciénaga
– El Rodadero – Santa Marta.
La Ruta del
Vallenato
En
el calendario internacional hay clásicas muy importantes y prestigiosas que son eminentemente
planas, como la Gante-Wevelgem o la Vattenfall Cyclassics. Como los grandes
embaladores y pasistas también merecen tener terreno favorable donde puedan
mostrar sus cualidades y facultades proponemos la siguiente clásica entre
Riohacha y Valledupar.
La prueba recorrería de norte a sur lo que fue la antigua provincia de Padilla, la cuna donde surgió hace más de 200 años el vallenato, género musical folclórico autóctono de esta zona de la Costa Caribe colombiana. Saliendo al borde del mar en la capital de La Guajira, atravesaría el departamento entre largas e interminables rectas durante los primeros 100 kilómetros. Pasaría después por lugares y municipios tan emblemáticos para el vallenato como Hatonuevo (Leandro Díaz), Fonseca (donde el famoso “cantor” de Carlos Huertas), San Juan del Cesar (Diomedes Díaz nació en el corregimiento de La Junta), Villanueva (el “pollo Irrá” y Poncho Zuleta), La Paz (Jorge Oñate) y finalizaría en Valledupar (Iván Villazón) con la meta ubicada en el Parque de la Leyenda Vallenata, en la parte alta de la capital del departamento del Cesar.
La prueba recorrería de norte a sur lo que fue la antigua provincia de Padilla, la cuna donde surgió hace más de 200 años el vallenato, género musical folclórico autóctono de esta zona de la Costa Caribe colombiana. Saliendo al borde del mar en la capital de La Guajira, atravesaría el departamento entre largas e interminables rectas durante los primeros 100 kilómetros. Pasaría después por lugares y municipios tan emblemáticos para el vallenato como Hatonuevo (Leandro Díaz), Fonseca (donde el famoso “cantor” de Carlos Huertas), San Juan del Cesar (Diomedes Díaz nació en el corregimiento de La Junta), Villanueva (el “pollo Irrá” y Poncho Zuleta), La Paz (Jorge Oñate) y finalizaría en Valledupar (Iván Villazón) con la meta ubicada en el Parque de la Leyenda Vallenata, en la parte alta de la capital del departamento del Cesar.
Al
ser un recorrido totalmente plano las mayores dificultades a superar por los
ciclistas serian el tórrido calor y el extenso kilometraje. Los últimos
kilómetros en las calles y avenidas de Valledupar son en ligero ascenso hasta el
Parque de la Leyenda Vallenata. Por esta razón sería una prueba apta para
rodadores y embaladores de gran fondo y potencia.
Recorrido:
Riohacha – Divisa - cruce Maicao-Uribia - Albania – Hatonuevo – Barrancas – Fonseca - San Juan del Cesar – Villanueva -
Urumita - La Paz – Valledupar.
La Flecha
Muisca
Si
en Bélgica se corren dos pruebas tradicionales de un día bautizadas con el
nombre de Flecha Valona y Flecha Brabançona, en Colombia bien se podría hacer La
Flecha Muisca.
El “tema” de la carrera sería evidentemente la cultura muisca. La prueba comenzaría en Suamox (lo que hoy es Sogamoso) en los antiguos dominios del cacique Sugamuxi, y donde se encontraba el principal centro religioso muisca, con un gran templo dedicado al Sol. Pasaría de salida por Firavitoba, el alto de Los Curíes, la laguna Sochagota y Paipa para tomar la autopista en dirección a los dominios del Zaque de Hunza (Tunja), dejando a mano derecha los actuales dominios del “cacique de Cómbita”. Tras dejar atrás el alto de Piedragorda se baja al cálido valle donde se encontraba Saquencipá (hoy Villa de Leyva), uno de los cacicazgos del Zaque de Hunza. Muy cerca de este lugar se encuentran las lagunas sagradas de Iguaque, donde según la cosmogonía muisca, a través de Bachué, la madre primigenia del pueblo muisca, nació y se creó su cultura. Continuaría por Chiquinquirá, límite territorial natural de los muiscas con los muzos, para más adelante subir a Fúquene, pueblo situado encima de la laguna del mismo nombre, lugar donde los chibchas hacían ofrendas a sus dioses muiscas. Después se pasaría por el territorio de Ubaté, uno de los cacicazgos de los territorios del Zipa de Bacatá. Entrando en la fase decisiva de la carrera se subiría el alto de Tierra Negra para bajar, girar a la derecha y subir el corto repecho de La Cruz (2 km al 7%) para bajar a Cogua. La sede del Zipa de Bacatá se encontraba en Funza. Pero no nos parece un lugar nada bonito como meta de una carrera ciclista. Nos pareció más adecuado finalizarla en Zipaquirá. Y colocar la meta en lo alto de la carretera que conecta directo la plaza de Zipaquirá por la Calle 4 con la carretera que sube al alto del Zipa. Aunque la subida es conocida como El Tobogán, para “vender” mejor la carrera ese repecho brutal de un kilómetro al 13.5% de pendiente media y picos de hasta el 20% se podría rebautizar con el sonoro nombre de El Muro del Zipa, a semejanza del Muro de Huy en la Flecha Valona. Con una distancia de Gran Clásica, sería una prueba apta para “clasicómanos ardeneros criollos” de gran fondo físico y potencia para resolver en los últimos metros.
El “tema” de la carrera sería evidentemente la cultura muisca. La prueba comenzaría en Suamox (lo que hoy es Sogamoso) en los antiguos dominios del cacique Sugamuxi, y donde se encontraba el principal centro religioso muisca, con un gran templo dedicado al Sol. Pasaría de salida por Firavitoba, el alto de Los Curíes, la laguna Sochagota y Paipa para tomar la autopista en dirección a los dominios del Zaque de Hunza (Tunja), dejando a mano derecha los actuales dominios del “cacique de Cómbita”. Tras dejar atrás el alto de Piedragorda se baja al cálido valle donde se encontraba Saquencipá (hoy Villa de Leyva), uno de los cacicazgos del Zaque de Hunza. Muy cerca de este lugar se encuentran las lagunas sagradas de Iguaque, donde según la cosmogonía muisca, a través de Bachué, la madre primigenia del pueblo muisca, nació y se creó su cultura. Continuaría por Chiquinquirá, límite territorial natural de los muiscas con los muzos, para más adelante subir a Fúquene, pueblo situado encima de la laguna del mismo nombre, lugar donde los chibchas hacían ofrendas a sus dioses muiscas. Después se pasaría por el territorio de Ubaté, uno de los cacicazgos de los territorios del Zipa de Bacatá. Entrando en la fase decisiva de la carrera se subiría el alto de Tierra Negra para bajar, girar a la derecha y subir el corto repecho de La Cruz (2 km al 7%) para bajar a Cogua. La sede del Zipa de Bacatá se encontraba en Funza. Pero no nos parece un lugar nada bonito como meta de una carrera ciclista. Nos pareció más adecuado finalizarla en Zipaquirá. Y colocar la meta en lo alto de la carretera que conecta directo la plaza de Zipaquirá por la Calle 4 con la carretera que sube al alto del Zipa. Aunque la subida es conocida como El Tobogán, para “vender” mejor la carrera ese repecho brutal de un kilómetro al 13.5% de pendiente media y picos de hasta el 20% se podría rebautizar con el sonoro nombre de El Muro del Zipa, a semejanza del Muro de Huy en la Flecha Valona. Con una distancia de Gran Clásica, sería una prueba apta para “clasicómanos ardeneros criollos” de gran fondo físico y potencia para resolver en los últimos metros.
Recorrido:
Sogamoso – Firavitoba – Paipa –Tunja - Cucaita - Sáchica – Sutamarchán –
Tinjacá - Chiquinquirá – Susa - Fúquene – Ubaté - Sutatausa - Cogua – Zipaquirá.
Clásica Club Bavaria
En
los Países Bajos (Holanda) una importante empresa cervecera patrocina y da nombre
a una gran clásica ciclista: la Amstel Gold Race. En Colombia todos sabemos
cuál es la empresa cervecera líder. En la denominación de la prueba se incluye
la palabra Club por ser la cerveza Premium de esa empresa y por tener como
logotipo el dibujo de un tunjo muisca. La
mayor dificultad consistiría en organizar bien el producto y presentárselo a la
cervecera aludida para que patrocinara una carrera de este tipo.
El
comienzo neutralizado de la carrera podría ser en el Parque Central Bavaria de
Bogotá. La salida oficial se podría dar frente a la antigua cervecería de la
avenida Boyacá, saliendo por la Calle 13 en dirección Facatativá, donde se
encuentra la Piedra del Tunjo. Recorrería después varios pueblos con nombres de
origen chibcha como Subachoque, Tabio, Cajicá y Zipaquirá. Más adelante pasaría
frente a la planta Maltería de Tibitó antes de llegar a Briceño, donde
comenzaría el circuito final al que se daría vuelta y media, con más nombres
chibchas en el recorrido, como Sopó, Guasca, embalse de Tominé, Guatavita,
Sesquilé y Gachancipá para pasar frente a la planta de producción de Tocancipá,
la más grande de la empresa. Entrada al circuito de nuevo y para finalizar que
mejor sitio para colocar la meta de una carrera que tiene como logotipo el
dibujo de un tunjo de oro muisca que la laguna sagrada de Guatavita.
Tendría una
distancia de Gran Clásica, disputándose íntegramente a una altitud
superior a los 2550 metros. Solo se tocarían carreteras principales en dos
puntos: en la salida entre Bogotá y Facatativá (35 km) y en el circuito final
entre Sesquilé y Briceño (23 km). Todo el resto son carreteras secundarias de
la sabana bogotana. Las ascensiones de El Salitre y Guatavita no son duras (4ª
categoría), por lo que se deberían subir a bloque para intentar seleccionar la
carrera antes de la subida final de casi 4 kilómetros. La parte más dura es el
anteúltimo kilómetro al 10-12% de pendiente. Sería una prueba apta para
corredores que tuvieran el perfil de clasicómanos ardeneros criollos; de fondo
físico, potentes y que pasen bien las cotas cortas y la media montaña.
Recorrido:
Bogotá – Mosquera – Facatativá – El Rosal – Subachoque – Tabio – Cajicá –
Zipaquirá – Briceño – Sopó – Guatavita – Sesquilé – Gachancipá – Tocancipá -
Briceño – Sopó – Guatavita – laguna de Guatavita.
El Giro del
Café
¿Cuál
es el principal producto agrícola colombiano? ¿Reconocido y apreciado en el
exterior? Efectivamente, estamos hablando del mejor café del mundo. En la
región italiana de Lombardía se celebra todos los años una clásica considerada
Monumento del ciclismo: el Giro de Lombardía. En Colombia tenemos una región
conocida como Eje Cafetero, donde se cultiva esta aromática semilla entre
esplendidos paisajes de montaña y rico clima templado. Allí se podría hacer una
gran carrera de un día que imite el recorrido de montaña de la clásica italiana.
Elegimos
como lugar de salida el Parque Nacional del Café solo por mantener la temática
de la carrera, pero podría salir de varios de los bellos municipios del
Quindió. De salida se dirige hacia el norte del departamento por Montenegro y
Quimbaya, para cruzar unos pocos kilómetros por el norte del Valle de Cauca y entrar
a los departamentos de Risaralda y poco después Caldas. En la parte central de
la prueba se subirían 3 altos de 2ª Categoría duros que deberían seleccionar el
lote de los más fuertes y permitir utilizar diversas estrategias de equipo lanzando
corredores por delante. Tras subir a Belalcázar
se realiza un bucle con los ascensos al pueblo de Risaralda
y el alto de Crucero, siempre entre bellos y amplios paisajes cafeteros, para
bajar al río Cauca y entrar en la fase definitiva. Los últimos 40 kilómetros
son un continuo tobogán de sube y bajas sin tregua donde los más fuertes no podrían
relajarse ante posibles rivales valientes y deberían pasar a la acción. En los
kilómetros finales se entra de nuevo al departamento de Risaralda para buscar
la meta en el balneario termal de Santa Rosa de Cabal. Una prueba exigente,
apta para escaladores de gran fondo físico que bien podría ser patrocinada por
la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia - Café de Colombia.
Recorrido:
Parque del Café – Montenegro – Quimbaya – Alcalá – Cartago – La
Virginia – Belalcázar - Risaralda – Arauca – Palestina – Chinchiná – Santa
Rosa de Cabal.
Clásica Santa
Fe de Antioquia
Se
viene la Joya de la Corona. Y no solo porque comienza y finaliza en un lugar
tan bello y lleno de historia como Santa Fe de Antioquia, uno de los Pueblos
Patrimonio de Colombia. Esta carrera sería una inclasificable mezcla criolla
entre las clásicas ardeneras estilo Lieja-Bastogne-Lieja (1) con mini-Tour de Flandes (2), mini-Paris-Roubaix (3), Gran Premio de Zürich (4) y algo muy pocas
veces visto en el mundo del ciclismo (5).
1
- Clásica ardenera porque el circuito tiene 3 altos:
· San Jerónimo: 8.4 km al 2.6% (con 1 km al
5.5%)
· Sopetrán: 3.6 km al 5% (con 1 km al 7.3%)
· Santa Fe: 4.2 km al 3.7% (con 1 km al 5.5%)
2
- Mini-Tour de Flandes por el repecho empedrado de 200 metros con picos al 11%
en la subida a la plaza Mayor de Santa Fe. Además sería el repecho de llegada a
meta.
3
- Mini-Paris-Roubaix por los 600 metros de calles empedradas a través de la
plaza Mayor y calles de Santa Fe. Total del tramo empedrado: 750-800 metros.
4
- GP de Zürich porque se dan 4 vueltas a un circuito de 52 kilómetros, como se
hacía en la desaparecida clásica suiza.
5
- El alucinante paso de casi 300 metros sobre tablones de madera a través del
Puente de Occidente, con el río Cauca bajo las ruedas de la bici. Pura
adrenalina. Los ciclistas deberían entrar y salir del puente en fila de a uno.
No
sabríamos decir a que tipología de ciclista le podría favorecer este recorrido,
pero deberían ser clasicómanos bastante completos: de gran fondo, potentes,
verracos, hábiles en el dominio de la bicicleta, que se adapten a terrenos
quebrados y además soporten bien el asfixiante calor de la región.
Recorrido: Santa Fe de Antioquia – San Jerónimo – Sopetrán –
Puente de Occidente - Santa Fe de Antioquia (4 vueltas al circuito).
*Los
círculos verdes con la S de las altimetrías solo indican algunas de las
poblaciones por las que pasan los recorridos propuestos.
**Sería recomendable que las tres Clásicas caribeñas se disputaran en temporada seca, para evitar los
aguaceros.
Pensaba en un recorrido entre las poblaciones de pauna y Aquitania, ambas en Boyacá. Creo que sumaría algo más de 220 km (igual hay opciones para alargar el recorrido), e imagino que el descenso y ondulado después del alto del Crucero darían para un gran espectáculo ciclista, quizá una emocionante persecución de corredores de potencia que se hayan rezagado un tanto en la cuesta anterior.
ResponderEliminarSolo de pensar en una carrera como la Flecha Muisca se me erizo la piel. El nombre, el recorrido, los pueblos por los que pasaria y por supuesto ese muro al final en Facatativa o "El muro del Zipa" (que nombre tan hermoso!) le darian algo especial. Felicitaciones por este trabajo tan bonito. Esperemos que el ciclismo y en general el deporte en Colombia siga creciendo y que con un pais en Paz podamos dedicarnos a disfrutar de lo bella que es nuestra tierra.
ResponderEliminarGiro del cafe, lo mejor
ResponderEliminarRecorridos excelentes, lo mejor es que resaltan la cultura e historia nacional, algo importante a tener en cuenta para que estos eventos ademas de lo deportivo, incentiven lo turístico, cultural y autóctono de nuestra tierra, ojala la federacion colombiana de ciclismo pensara mas en carreras de este tipo para un calendario oficial.
ResponderEliminarHabía pensado en una clasica a la "Cruz del sur", éstas serían las ciudades y municipios del sur de Colombia que conectan Popayán a Quito y el Pacífico y al Amazonas como punto central Pasto,como a Quito no podremos ir mucho, podría pensarse en una clásica desde alguno de los puntos extremos de esta cruz y terminar en Pasto o cerrar la carrera en el Qhapac Ñam o caminos del Inca, podría ser la mezcla perfecta de caminos adoquinados, montaña, etapas para sprinters e idóneo para clasicómanos, además de las combinaciones de climas.
ResponderEliminarAdemás para la Clásica de las 3 estrellas (Santa Marta, Barranquilla y Cartagena) podría agregar etapas en el Pavé en Cartagena como al final en el Parque Tayrona con algunas pendientes. Finalmente la Clásica del Eje podría pasar por alguna o los 3 mayores puertos de Colombia (Letras, La Linea y Guali), cerrando algunas etapas allá.
También podría pensarse en el Tríptico de Antioquia con la Clásica de los 7 cerros, la Clásica de Santafe de Antioquia y la Clásica del Oriente pasando por Guatapé, El Peñol, San Vicente, Marinilla, Santuario, Rionegro, La Ceja y la Unión pasando por el Cerro Chapecoense.