Alto del Valle de Tenza, subiendo hasta el embalse del Sisga

Bajo las montañas del Valle de Tenza

El valle de Tenza es un escondido paraíso verde donde se respira tranquilidad. Aqui podemos encontrar multitud de subidas a pueblos que se encuentran colgados en las montañas, a lado y lado del valle. En esta ocasión vamos a realizar la medición del alto de Tenza; o lo que es lo mismo, la carretera que atraviesa en ascenso todo el valle hasta llegar al altiplano cundiboyacense, llegando justo encima del embalse del Sisga.

Salimos desde la localidad de Guateque. En 3 kilómetros llegamos hasta el Alto de Guateque, que por este lado solo debemos bajarlo. Son 6 kilómetros de descenso para llegar a una quebrada conocida como El Salitre. Tras un plano dejamos a mano derecha el cruce de la carretera que sube al pueblo de Tibirita (5 km. al 7.8%). Continuamos unos kilómetros de sube y bajas hasta llegar al puente a la izquierda donde comienza la corta, pero de duras pendientes, subida al pueblo de Manta (5.6 km. al 7.2%). Un poco más adelante comenzamos la medición del alto del Valle de Tenza, junto a un sencillo balneario termal a nuestra derecha.

Los primeros 2 kilómetros al 6% nos sirven para ir calentando las piernas y acondicionando el resto del cuerpo. Luego de un primer altillo tenemos 6 kilómetros muy fáciles al lado del río, que se hacen rápido, pero donde no nos conviene forzar para no resentirnos en el resto del ascenso de unas fuerzas gastadas sin necesidad.

Tras el largo descanso llegamos al comienzo de la ascensión propiamente dicha. Van a ser algo más de 16 kilómetros al 5.3% de pendiente media hasta un primer alto antes de la cima. Una curva de herradura a derecha nos mete en el kilómetro más duro de toda la subida, con una muy amplia curva a izquierda más arriba que nos deja debajo de Machetá. Cuando llevamos 12 kilómetros y medio cruzamos el pueblo. Continuamos subiendo el valle, sin tener que afrontar en ningún momento pendientes exageradas, siempre entre el 5-6% con algún tramo al 7% y cortos descansos. Más adelante cruzamos un peaje surrealista, justo en el tramo de carretera en peor estado de todo el ascenso, con una caseta medio abandonada y una barrera rudimentaria. Serpenteando entre arboles, potreros y sencillas fincas, vamos ganando altura poco a poco. Más arriba pasamos al lado de un par de balnearios de termales naturales. Después superamos una corta falla geológica al 10% que nos marca la rampa más dura del ascenso.

Tras de la segunda y última curva de herradura de toda la subida podemos admirar a nuestra derecha todo el verdor del Valle de Tenza. Nos queda poco más de un kilómetro para alcanzar un falso alto. Aunque parece que llegamos, tras un corto descenso y plano nos damos cuenta que aun nos queda el último esfuerzo de un fácil kilometro y medio, que al ser en una recta se hace largo. Apretamos el paso bajo el aguacero que nos cogió en el descanso para coronar el alto del Valle de Tenza. Nos abrigamos con las chaquetas para la lluvia y nos alistamos para bajar. Tras el alto solo nos quedan 3 kilómetros de descenso irregular, con un repecho de 500 metros, para llegar hasta la carretera Tunja-Bogotá y finalizar por hoy nuestra travesía. En los puestos del cruce de carreteras nos tomamos una reconstituyente aguapanela caliente y una rica arepa con cuajada. Una gran tranquilidad interior nos invade mientras observamos allá abajo las aguas del Sisga. Nos sienta bien esta afición de subir altos en bici.

La siguiente es la altimetría de la carretera del valle de Tenza. Una subida muy bonita, larga pero sin grandes rampas ni kilómetros que suban por encima del 7% de pendiente, excelente para subirla a ritmo. Es el típico puerto colombiano en el que de un valle se sube al altiplano de Cundinamarca y Boyacá.

La pendiente es siempre muy constante...

...y sin grandes rampas

Superando una falla geológica

A ritmo se sube cómodo

2ª y última curva de herradura

 

A 4 kilómetros del alto

Todo es color verde

Bajo el aguacero cerca de la cima