Por Asier Bilbao
El Mundial de
Florencia se presentaba apasionante a priori, con los mejores clasicómanos y
los mejores vueltómanos en liza por la disputa de un Campeonato del Mundo que
prometía grandes emociones. Sobre todo por un recorrido que permitía muchas
variables tácticas, aptas tanto para corredores de vueltas por etapas como para
ciclistas especializados en clásicas o pruebas de un día. Comenzó muy
interesante, con el aguacero que añadió dureza y fue seleccionando al lote
tanto o más que la distancia, las subidas del circuito y el ritmo impuesto por la squadra azzurra. Pero terminó siendo
uno más de esos que no guardaremos en el recuerdo por lo aburrido que resultó
ser.
La selección italiana controlando el lote |
Solo adquirió interés
en la última vuelta, como es habitual en el ciclismo moderno o ciclismo-control
que nos toca padecer en la actualidad. Con la estrategia única y previsible que
imponen todos los equipos: controlar - guardar fuerzas - esperar - no atacar
hasta cerca de meta. A la hora de la verdad, los clasicomanos que salían de
favoritos no pudieron con los escaladores de grandes vueltas.
El tercer ataque de Purito |
En una situación de carrera muy favorable, que se aprende como solventarla en las escuelas de ciclismo con 14-15 años, Valverde cometió el error de no salir de inmediato a neutralizar el ataque de Rui Costa (por un despiste o por exceso de confianza, pensando en que Nibali saldría a enlazar con el portugués), dejando que este alcanzara a un fundido Purito y lo venciera. Es lo que tiene acostumbrar a los corredores a ir siempre recibiendo las órdenes a través del pinganillo... que cuando se los quitan los ciclistas menos inteligentes y astutos se encuentran perdidos y sin saber llevar la iniciativa. Ojala los eliminaran definitivamente (los pinganillos; no los zoquetes tácticos) para poder ver un ciclismo más humano. Con aciertos y errores, que son los que le dan vida a este deporte.
Este error de
Valverde, que impidió ganar a Purito
y dejo sin la segura medalla de plata al propio Valverde, se enseñará de ahora
en adelante en las escuelas de ciclismo a los niños como ejemplo de lo que no
se debe hacer cuando se juegan las carreras (también deberían mostrar el video
de Urán y Vinokourov en las Olimpiadas del año pasado).
En las carreras de un
día, y sobre todo en un Mundial, lo único que vale es ganar. Llegar el primero.
Vencer. Colgarse la medalla de oro al cuello. Vestir el maillot arco-iris. Conformarse con
otra cosa es de segundones. Por eso las dos medallas de España no tienen ningún
valor: porque tenían el oro en sus manos y lo perdieron. Por eso las lágrimas
de rabia y tristeza de Purito en el
pódium.
Por otro lado, todos
presenciamos atónitos una típica jugada mafiosa italiana, ultra-sucia y
totalmente anti-deportiva, vista por todo el mundo ante las cámaras de Tv. Con
Nibali enlazando “el solo” con el lote, llevado con todo el descaro por su
seleccionador Bettini; primero haciendo un tras-coche bochornoso y más tarde
sujetándose al carro de su selección sin ningún pudor; cuando estaba ya
eliminado para la disputa de la carrera y lejos del grupo principal (llegó a
estar a más de dos minutos) por la caída en la anteúltima vuelta. Y lo
hicieron sabiendo perfectamente que los jueces de carrera no se iban a atrever
a sancionarlos porque “jugaban en casa”. Si eso mismo lo hiciera por ejemplo la
selección colombiana los jueces descalifican inmediatamente al corredor, con
multa económica incluida para el seleccionado.
Urán llegó a meta con la tierra aun incrustada en el casco |
Del Dream-Team colombiano solo había uno que veíamos como claro candidato a estar delante cuando la carrera se pusiera caliente. Y efectivamente Urán no nos defraudó en este sentido. Muy bien colocado y atento en el sitio clave donde se jugaba la carrera; supo salir a los ataques de Nibali y Purito. Y su descenso casi suicida (nunca mejor dicho) fue el que permitió enlazar a Valverde y Rui Costa. Lástima esa mala suerte que parece perseguirlo siempre en los momentos decisivos, porque estaba con opciones reales de subir al podio; quien sabe si de primero. A día de hoy es el más fiable y mejor corredor que tenemos para las clásicas.
A “bananito” Betancur
lo vimos mucho mejor de lo que esperábamos. Atento en todo momento en cabeza de
carrera, vigilando los movimientos de los capos, como debe ir siempre un
clasicómano con hambre de victoria. Le faltó fondo para aguantar la última
subida. Se vio claro cuando intentó irse en el alto de Fiesole. Pero las
piernas no le daban para más y dejó paso al movimiento de Henao. Tenemos muy
claro que si este muchacho se centra en su profesión puede ser, con mucha
diferencia, el colombiano con mejor palmarés de clásicas importantes cuando
llegue el día en que se retire del ciclismo profesional. Tiene piernas y
corazón para ganar clásicas como Lieja, Lombardía, Flecha, Amstel, etc. Y puede
perfectamente disputar las medallas en los Mundiales de Fondo en Ruta que se
adapten a sus características. Tiene que centrar su cabeza, porque la dinamita
ya la lleva en sus piernas. Alguien de su confianza debería convencerle de que
unos años de sacrificio ciclístico pueden garantizarle el bienestar para el
resto de su vida. Y entonces sí, cuando se retire podrá jugar al billar todo lo
que quiera y más.
Muy bien Sergio Luis Henao, estando donde debía estar cuando era su turno, aguantando con los de delante, moviéndose tras el semi-ataque de Betancur y finalizando en meta en el puesto 15º a 34” del vencedor, en el lote de perseguidores-clasicómanos.
Muy bien Sergio Luis Henao, estando donde debía estar cuando era su turno, aguantando con los de delante, moviéndose tras el semi-ataque de Betancur y finalizando en meta en el puesto 15º a 34” del vencedor, en el lote de perseguidores-clasicómanos.
Froome y Quintana rezagados del lote principal |
Como detalle muy positivo
destacamos que la selección funcionó como lo que debe ser en una prueba tan importante
como lo es un Mundial de Ciclismo: un equipo. Falta un año para que el esbozo visto en Florencia fructifique en el Mundial de Ponferrada. Solo necesitamos que la suerte nos sea más propicia. Mientras tanto sigamos disfrutando de la generación de ciclistas colombianos más
completos de la historia. Nos espera un futuro pleno de ilusiones con estos jóvenes
corredores que seguro nos van a deparar muchas alegrías.
Muy buen análisis me gusta el blog que ustedes crearon para los amantes del ciclismo. ¿Van a ver noticias del Tour de San Luis y de todas las carreras importantes de este año?
ResponderEliminarCordial saludo.
ResponderEliminar¿Que sugieren para disfrutar 5 días en Pereira?